Un joven aceptó este jueves tres años y medio de prisión por agredir a una mujer embarazada para robarle el teléfono móvil en Palma El sospechoso, de nacionalidad colombiana, reconoció durante el juicio que propinó patadas en las piernas y un codazo en la cara a la víctima cuando esta cayó al suelo al intentar recuperar el aparato y que conocía su estado. La mujer padeció fracturas y esguinces en una mano y varias contusiones, por las que precisó rehabilitación. Cuatro meses después, todavía no está recuperada.

Los hechos ocurrieron el pasado 22 de noviembre de 2018. Poco antes de las once de la noche, el acusado se acercó a la mujer, de 43 años, en la calle Bartomeu Torres y le pidió un cigarrillo. Ella replicó que estaba embarazada y, por tanto, no fumaba. Poco después, cuando la víctima realizaba una llamada telefónica, el procesado se acercó a ella por la espalda y le arrebató el teléfono móvil. La mujer intentó evitar que escapara sujetando la mochila que llevaba. El ladrón la agredió para zafarse, propiciando que la embarazada cayera al suelo. Acto seguido, empezó a propinarle patadas en las piernas y un codazo en la cara, tras lo que consiguió huir llevándose el móvil, valorado en 511 euros.

La perjudicada sufrió varias lesiones y tuvo que ser atendida en un centro médico. Las fracturas, esguinces y contusiones padecidas la obligaron a someterse a un tratamiento rehabilitador y todavía no se ha recuperado plenamente. El acusado fue detenido ese mismo día e ingresó en prisión por orden judicial. La fiscalía le consideró autor de un delito de robo con violencia y otro de lesiones, por los que reclamaba inicialmente cuatro años y nueve meses de cárcel.

El ministerio público ha rebajó este jueves su petición al alcanzar un acuerdo de conformidad con el abogado del joven. Así, este reconoció los hechos durante el juicio celebrado en un juzgado de lo penal de Palma y se conformó con penas que suman tres años y medio de prisión. Además, deberá indemnizar a la perjudicada con 511 euros por el teléfono móvil, que no apareció. También deberá resarcirla por las lesiones en la cantidad que se determine cuando se recupere.

La fiscalía pidió que la pena de prisión se sustituya por la expulsión del condenado de España por un periodo de diez años. La defensa intentará evitarlo alegando que el joven tiene arraigo en el país, ya que aquí residen varios familiares.