El hallazgo de dos cadáveres en un chalé trastocó la apacible vida de los vecinos de la urbanización Las Palmeras de Las PalmerasLlucmajor. La desbordante simpatía de Stefanie de Riz Scharschmidt, de 59 años, la hacía ser muy querida por muchos residentes. Por el contrario Udo van Salzen, su pareja en el último año y medio, pasaba desapercibido.

El entorno más cercano de la mujer alemana cuyo cadáver fue encontrado en su residencia no albergaba la menor duda sobre la causa de su fallecimiento. "Sufrió una muerte violenta seguro", apuntó Miquel, el vecino de al lado. Este residente se mostró visiblemente afectado por su óbito. "Era muy amable, muy risueña. Me sabe muy mal", señaló.

La relación que Steffi había iniciado hacía un año y medio con Udo no pasaba por su mejor momento. Buena prueba de ello eran las frecuentes discusiones que mantenían y que eran imposibles que pasaran desapercibidas entre el vecindario.

"Tenían discusiones muy fuertes acojonantes. Ella se quejaba frecuentemente de él. Tenía intención de dejarle", aseveró Miquel. De hecho, ambos se estaban distanciando en los últimos días. Steffi iba y venía a Alemania y a Austria con más frecuencia y no solía viajar acompañada por Udo.

"Tenía pensado viajar a Alemania el pasado miércoles. Había reservado en un hotel, pero nunca llegó alojarse en él. No contestataba al móvil y sus amigas alemanas de Palma", abundó este vecino con el que la fallecida mantenía una estrecha amistad.

Los temores de estas mujeres fueron en aumento cuando se encontraron los coches de la pareja estacionados en la puerta y no respondía nadie a sus reiterados timbrazos. A partir de este momento se dispararon las alarmas aún más si cabe.

Estas amigas de Steffi llamaron a los servicios de emergencia y agentes de la Policía Local de Llucmajor se personaron en la urbanización Las Palmeras a ver qué ocurría. Los funcionarios comprobaron que nadie respondía a sus llamadas.

"Ella me había dejado una copia de las llaves para que entrara en su casa por si pasaba algo y cambiaron la cerradura. A nadie se le ocurre cerrar con llave por dentro", sentenció.

El comportamiento esquivo de Udo en el vecindario se había acentuado en las últimas semanas. Se había hecho extensivo a las redes sociales, donde había borrado sus perfiles y sus cuentas de Facebook, twitter y linkedin.

Mientras, Steffi Scharschmidt se había convertido en una celebridad en la medicina energética alternativa. Su chalé del número 21 de la calle Xiprer de la urbanización Las Palmeras albergaba numerosas reuniones de aficionados, en su mayoría alemanes, a estas disciplinas orientales. De hecho se había cambiado el apellido y se hacía llamar Stefanie Shariva y se anunciaba en Facebook como Casa Shariva.

Escuela de meditación

"Su casa la había convertido en una escuela de meditación y de reiki. Las personas que venían aquí veían muchos vídeos", puntualizó Miquel.

Los días anteriores al macabro hallazgo de los cadáveres, algunos vecinos habían detectado un mal olor procedente del número 21 de la calle Xiprer. Ante la imposibilidad de abrir las puertas dos dotaciones de Bombers de Mallorca se adentraron en la residencia. Un hedor a putrefacción inundó la calle Xiprer. A nadie en las inmediaciones le pasó desapercibido lo que ocurría. "El tufo llegaba hasta mitad de la calle y era completamente insoportable", expresó un joven vecino de la urbanización Las Palmeras.