Un joven de 23 años fue detenido la noche del jueves en Palma por acuchillar a un hombre de 38 años por celos. El sospechoso asestó dos puñaladas en las piernas a su víctima en la zona de Cala Major. El perjudicado tuvo que recibir asistencia médica y precisó varios puntos de sutura. El acusado fue arrestado por la Policía Nacional, acusado de un delito de lesiones. Presentaba un golpe que en la cabeza que según varios testigos sufrió al caer cuando intentaba huir, aunque él aseguró que había sido agredido con un palo.

Los hechos ocurrieron poco antes de las once de la noche en la calle Joan de Saridakis. Una pareja se presentó en una gasolinera pidiendo ayuda, ya que el hombre había sido apuñalado en las piernas. Al lugar acudieron varias patrullas de la Policía Nacional y una ambulancia.

El perjudicado y su acompañante explicaron que había sido agredido por un vecino suyo. Según su relato, el joven tiene celos de la relación que mantiene la victima con esa mujer. Anoche, cuando ambos se encontraban en el interior de un coche, el sospechoso se acercó a ellos y asestó dos puñaladas al hombre en las piernas. La víctima presentaba dos pinchazos de un centímetro de profundidad y fue trasladado en ambulancia a un centro médico. Allí comprobaron que las lesiones no eran graves y le aplicaron varios puntos de sutura.

Los agentes no tardaron en localizar al sospechoso, que se encontraba en las inmediaciones del lugar de la agresión. Los policías lo arrestaron por un delito de lesiones. El joven presentaba un golpe en la cabeza, que según explicó era fruto de una agresión con un palo por parte del hombre acuchillado. Sin embargo, algunos testigos explicaron que la lesión se la causó al caerse cuando escapaba. El acusado fue trasladado a comisaría para ser interrogado.

"Un grupo conflictivo"

Vecinos de los Pullman señalaron ayer tanto al presunto autor de las puñaladas como a la víctima como miembros de "un grupo conflictivo". De hecho, muchos residentes aseguraron que era frecuente verles involucrados en peleas y otros altercados o que solían consumir droga en la entrada del aparcamiento.

Asimismo, muchos vecinos se mostraron hastiados por la "leyenda negra" que arrastra los Pullman en los últimos años. Su pretensión era ponerle fin de una vez por todas. "Ha habido problemas, pero la mayoría de la gente que vive ahora aquí es normal", subrayó un residente. Algunos propietarios se mostraron dispuestos a denunciar cualquier nuevo desmán en estos apartamentos. "En dos años confiamos en haberlos erradicado", sentenciaron.