Una cierta psicosis se ha instalado en los vecinos de Palma ante la oleada de incendios nocturnos que sacuden a la capital balear. Los fuegos en contenedores se han convertido en algo casi cotidiano. Solo este año se han quemado 250. A esto hay que añadir el fuego en coches. Hasta ahora todas estas acciones vandálicas se han realizado en la vía pública. Introducirse en un recinto policial y prender fuego a los coches patrulla y a las motos de los agentes, como ocurrió ayer de madrugada, supone un claro salto cualitativo. Acrecentado por una inequívoca sensación de impunidad.

La concejala de Seguridad Ciudadana, Angélica Pastor, aludió ayer, tras repasar los cuantiosos daños ocasionados en el parque móvil de los policías locales de Llevant, que el autor no había tenido el menor miedo a introducirse en una comisaría de madrugada y prender fuego a los coches y motos que se encontraban estacionados en el aparcamiento.

Las cámaras de seguridad no le grabaron y el cuartel cuenta con un fácil acceso que le proporcionan las maltrechas vallas, que le rodean. Hasta el punto de que no se vio en la necesidad de tener que saltar para acceder al interior.

Contenedores y coches

Mientras, en la calle, se suceden los incendios de contenedores y de vehículos en la noche palmesana. Respecto a los primeros, las cifras este año se han disparado con respecto a los anteriores. El incendiario ha quemado 250 y su valor se estima que puede alcanzar los 250.000 euros.

También se suceden los fuegos nocturnos de coches estacionados en los lugares más dispares de Palma. Numerosos vehículos amanecen destrozados.

A raíz de esta oleada de fuegos por doquier, aparentemente intencionados, la Policía Nacional ha puesto en marcha un plan especial para tratar de atajarlos de una vez por todas.

Numerosos agentes de paisano se despliegan en las últimas noches por Palma para tratar de capturar 'in fraganti' al presunto autor de estos incendios. El objetivo es observar sus evoluciones hasta capturarle a punto de volver a las andadas. Paralelamente, también se ha potenciado la acción disuasoria con patrullas uniformadas de la Policía Nacional.

Estas acciones se ven completadas con un análisis de las grabaciones de las cámaras de videovigilancia de comercios locales de las inmediaciones de los escenarios de estas últimas fechorías.

El incendio perpetrado ayer en el interior de las instalaciones de la Policía Local en Son Gotleu supone un salto cualitativo y rompe el patrón habitual de las anteriores actuaciones.