Un asesino volvió a sentarse ayer en el banquillo de los acusados por maltratar a su nueva pareja en Palma entre 2016 y 2018. Alberto L.R., condenado a 16 años de cárcel por matar a su novia en 2002 en Cala Gamba, fue juzgado ayer en Vía Alemania por agredir, menospreciar y amenazar a su última compañera sentimental en el domicilio familiar en un barrio a las afueras de la ciudad.

El acusado, español de 43 años que permanece preso desde mediados de junio de 2018 por esta nueva causa de violencia machista, negó ayer los cargos en rotundo. Según su versión, la responsable de los hechos era su pareja, quien manipulaba los mensajes de su teléfono móvil. El hombre negó haberla obligado a cambiar su forma de vestir e incluso el color de su cabello y lo achacó a decisiones personales de ella.

También descartó haberla insultado e intimidado y dijo que, así como ocurrió con el asesinato de su pareja hace 16 años cuando confesó el crimen, de ser ciertos estos últimos hechos también los habría admitido.

Alberto L.R. negó los malos tratos físicos y psíquicos a su compañera desde 2016 a 2018, cuando gozaba ya del tercer grado.

Mientras, la perjudicada confirmó el calvario que sufrió en los últimos meses a manos del hombre. La víctima recalcó que fue sometida a maltrato físico y psíquico de forma reiterada. Su entorno laboral la animó a denunciar los hechos ante la Policía Nacional.

El fiscal reclamó ayer una condena de cuatro años y medio de prisión para el encausado por un delito de malos tratos habituales, otro de malos tratos físicos, por amenazas y un delito leve de injurias. El ministerio público rebajó levemente su petición de pena al apreciar la circunstancia atenuante de reparación del daño, ya que el sospechoso había consignado 250 euros para hacer frente a la indemnización.

En concepto de responsabilidad civil, tanto la fiscalía como la acusación particular solicitaron 10.000 euros por el daño moral que sufrió la mujer maltratada. Además, el fiscal pidió que se prohíba al hombre acercarse y comunicarse con la perjudicada durante once años.

"De la cárcel se sale"

Según su versión, desde 2016 hasta mediados de junio de 2018, el acusado menospreciaba a su pareja de forma constante. La insultaba y amenazaba diciéndole: "De la cárcel se sale y si te veo con otro hombre, te mato". En esas fechas, presuntamente le propinaba golpes, bofetones, patadas y puñetazos por el simple hecho de recibir ella un mensaje en el teléfono que no era del agrado de él. La mujer nunca le denunció entonces por temor.

El pasado 16 de junio, en el domicilio familiar y ante una hija de él de corta edad fruto de otra relación anterior, la pareja discutió. Tras la disputa, presuntamente él la increpó y la agredió durante varias horas. La cogió del cabello y luego le golpeó la cabeza con la esquina de una de las paredes de la cocina. La agresión continuó causándole lesiones en el pecho, los muslos, brazos e incluso en la cabeza con un trozo de cepillo de dientes, según la fiscalía. El caso quedó ayer visto para sentencia.

Alberto L.R. fue condenado a 16 años por asesinar en 2002 a su entonces pareja. Tras discutir con ella en el domicilio familiar en Cala Gamba, la golpeó en la cabeza con un martillo. La joven quedó inconsciente. El acusado aprovechó entonces su indefensión para estrangularla con la funda de una almohada. Un jurado popular le declaró culpable en 2003.