Un espectacular despliegue de la Guardia Civil se puso en marcha ayer en Son Gotleu. Los agentes registraron a fondo la vivienda de varios presuntos delincuentes rumanos alojados allí. El objetivo era encontrar objetos robados en sucesivas fechorías cometidas en viviendas de Palmanova, donde los malhechores actuaban.

Sobre las dos de la tarde, agentes de la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) se movilizaron por el barrio palmesano. La misión era aplacar cualquier atisbo de resistencia mientras se realizaba un minucioso registro de las habitaciones. Mientras, investigadores de la Policía Judicial completaban las actuaciones.

Numerosos coches patrulla se apostaron en las inmediaciones del inmueble que se iba a registrar, en el número 50 de la calle Francesc Julià. Algunos agentes de la Guardia Civil, con el rostro cubierto con un pasamontañas y portando un arma larga, se apostaron en el portal para evitar la entrada de los intrusos.

La actuación de los efectivos del Instituto Armado pretendía encontrar objetos sustraídos en domicilios de Palmanova con una doble finalidad. Por un lado, acreditar la actividad delictiva de estos sujetos y, por otro, recuperar los efectos robados y devolvérselos a sus legítimos propietarios.

"Tenían mala pinta"

El despliegue de la Guardia Civil no sorprendió en exceso a muchos residentes en este barrio palmesano. Los presuntos ladrones en viviendas de Palmanova no hacía mucho que se habían instalado allí. Su presencia era mirada con recelo. "Tenían mala pinta", apuntó uno de los vecinos.

La expectación en Son Gotleu fue máxima. De hecho, algunos vecinos se asomaron a balcones mientras otros se echaron directamente a la calle para observar la intervención de la Guardia Civil en primera fila.

Varios agentes salieron del inmueble portando grandes cajas con objetos presuntamente sustraídos en viviendas de Palmanova para acreditar la actividad delictiva de los delincuentes en los últimos meses.

Finalmente, los presuntos ladrones salieron esposados del número 50 de la calle Francesc Julià de Son Gotleu y fueron introducidos en un furgón de la Guardia Civil. Una vez que el operativo se consideró concluido en este barrio, la comitiva completó la intervención en Corea.