Una mujer de 42 años con una discapacidad psíquica del 75 por ciento acusó ayer a un amigo de su familia de violarla "un montón de veces". "Me llevaba en coche a un descampado. Yo no quería. Me quitaba la ropa, me tocaba, me besaba. Me hacía todo lo que quería", contó la víctima, que añadió que mantuvieron relaciones sexuales completas "muchas veces", durante el juicio en la Audiencia de Palma. El acusado, de 49 años, negó los cargos y sostuvo que le denunció por despecho: "Creo que estaba enamorada de mí. Me llamaba 50 veces, me agobiaba". La fiscalía reclama para él nueve años de prisión por un delito de abusos sexuales continuados.

Los hechos habrían ocurrido entre los años 2014 y 2017. La mujer, con un lenguaje que evidenció sus profundas limitaciones, afirmó que ella solía ir a la vivienda donde el acusado convivía con su madre por la amistad entre las dos familias. La víctima aseguró que el sospechoso la llevaba en su coche a zonas apartadas, donde abusaba de ella. "Yo no quería. Me callaba porque pasaba pena de decírselo a mis padres", contó.

El caso salió a la luz cuando la discapacitada relató a su médica de cabecera los abusos y esta contactó con la madre, que acabó presentando una denuncia contra el sospechoso. "Ella nunca me había contado nada", afirmó la progenitora. Según dijo, el procesado llamaba por teléfono muchas veces a su hija antes de destaparse los presuntos abusos. Uno noche, a la una de la madrugada, un sobrino del hombre llamó al timbre de su casa para pedir que la víctima "bajara inmediatamente" a la calle porque el acusado quería verla.

El sospechosos ofreció una versión radicalmente opuesta y se presentó como un hombre acosado por la víctima y denunciado por despecho. "La conozco desde que era pequeña. Creo que estaba enamorada de mí. Me daba regalos, me ofrecía dinero, me daba besos... Nunca tuve relaciones sexuales con ella", dijo ante el tribunal. El fiscal le hizo ver que tras su detención en enero de 2017 admitió en el juzgado haber mantenido relaciones consentidas con la mujer. "Aquel día estaba muy nervioso", replicó.

El hombre sostuvo que la mujer le llamaba por teléfono de forma insistente y le acosaba. "Le tenía que parar los pies. Me llamaba 50 veces, me agobiaba. Cambié de número de teléfono para que no me molestara. Sabía que tenía una discapacidad, pero no tanto", aseguró.

El fiscal mantuvo, al concluir el juicio, su petición de nueve años de prisión para el acusado por un delito continuado de abusos sexuales. Expuso que el relato de la mujer es "creíble" y que ella "manifestó su oposición" a mantener relaciones con el hombre.

El abogado defensor, por su parte, reclamó la absolución por "no existir prueba concreta alguna" y calificó de "confusa y contradictoria" la declaración de la mujer. El caso quedó visto para sentencia.