La Guardia Civil ha desmantelado una banda de estafadores asentada en Balears que se dedicaba a timar a ciudadanos extranjeros. Los delincuentes se hacían pasar por funcionarios de la Administración del Estado y utilizaban documentos públicos falsificados para hacer creíble el fraude. Los timadores llegaron a ingresar más de medio millón de euros. Cuatro personas han sido investigadas y una detenida, las primeras en las islas y la otra en Málaga, por los presuntos delitos de asociación ilícita, falsedad de documento público y estafa.

La investigación se inició a raíz de la denuncia de las víctimas en las dependencias de la Guardia Civil de Puerto Rico- Mogán, en Las Palmas. Los denunciantes aseguraban que durante los años 2014 y 2015 habían hecho sucesivas transferencias por un valor total de 20.000 euros a cuentas bancarias españolas para hacer frente en concepto de pagos de tasas públicas por la supuesta quiebra de una multipropiedad radicada en Austria.

A raíz de esta denuncia, el Equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Puerto Rico (Las Palmas), en colaboración con sus homólogos de Balears y de Málagas, activaron la denominada 'Operación Bankog'. La organización de estafadores estaba compuesta por una veintena de personas de siete nacionalides distíntas.

La cúpula de esta organización de estafadores se encontraba asentada en Balears y tenían otro contacto en Málaga. Dos de ellos son españoles, una austriaca, una británica y un alemán. Los agentes del Instituto Armado constataron la veracidad de la denuncia interpuesta por las víctimas en Canarias. Las transferencias a cuentas bancarias españolas alcanzaban un montante de 20.000 euros. La mayoría estaban ubicadas en Palma y en la capital de la Costa del Sol. Sus titulares eran extranjeros con un amplio historial delictivo a sus espaldas.

Las pesquisas se prolongaron durante tres años, debido a la complejidad de la infraestructura y al número de integrantes de diversas nacionalidades. De hecho, la Guardia Civil ha actuado en colaboración con las oficinas de Interpol de Bulgaria, Austria, Serbia y Alemania para esclarecer estos hechos.

La organización criminal estaba perfectamente estructurada, según desveló el análisis de sus cuentas. Los integrantes habían desarrollado un elaborado entramado bancario con el que complicaban sobremanera averiguar el paradero de las sumas estafadas. Además, movían constantemente el dinero defraudado, con lo que evitaban que pudiera serles intervenido por los investigadores y disponían de efectivo con facilidad. Los estafadores llegaron a ingresar más de medio millón de euros.

Una vez que se recopilaron las numerosas evidencias materiales, la fase de explotación de la 'Operación Bankog' empezó en Palma. En la capital balear, cuatro personas fueron investigadas por asociación ilícitia, falsedad documental y estafa. En la segunda fase, un quinto integrante fue detenido en Málaga. Se intervinieron judicialmente 20 cuentas bancarias y 15.000 euros producto de la estafa.

La investigación y todas las actuaciones han sido supervisadas por un juzgado de Instrucción de Palma. Las pesquisas continúan y no se descartan que se produzcan nuevas detenciones.