La Audiencia Provincial dejó ayer visto para sentencia el juicio a un hombre de 75 años acusado de abusar sexualmente de la hija de su pareja, una niña de cuatro años, en un pueblo de la Serra de Tramuntana. El sospechoso, para quien la fiscalía reclama 12 años de prisión, negó los cargos. La pequeña no declaró en la vista, pero la sala visionó las grabaciones de sus entrevistas con una psicóloga del Consell en las que relataba "besos en la boca" y tocamientos en los genitales por parte del procesado.

El acusado negó haber mantenido una relación sentimental con la madre de la menor, que trabajaba para él como empleada doméstica, aunque admitió que hubo "un acercamiento" y "cuatro o cinco relaciones sexuales" cuando su marido estaba preso. Según dijo, entre 2015 y 2016 ambas pasaban los fines de semana en su domicilio, hasta que la relación "se enfrió". "A la niña no le di besos en la boca ni le he tocado nunca la vagina. No sé por qué se han inventado todo esto", afirmó el hombre, que dijo haber ayudado económicamente durante años a la familia, que trabajó para él.

La madre de la menor, que renunció a ser indemnizada por el hombre en caso de condena, sostuvo que mantuvieron una relación de pareja durante dos años. Contó cómo su hija le reveló los tocamientos durante un viaje a Italia en el verano de 2016, cuando la niña tenía cuatro años. A su regreso a la isla, la llevó al pediatra y contactó con la Fundación RANA (Red de Ayuda a Niños Abusados), tras la que fue atendida en la UVASI (Unidad de Valoración del Abuso Sexual Infantil), dependiente del Consell, todo antes de denunciar los hechos y que se iniciara el procedimiento judicial. La mujer contó que ella y sus hijos se mudaron a otro país tras salir a la luz el caso.

El tribunal aceptó visionar, pese a la oposición y la protesta del abogado defensor, las dos entrevistas de la menor con una psicóloga de la UVASI, que llegó a la conclusión de que la niña había sufrido abusos. En estos encuentros, la pequeña contó que el procesado le "hacía daño" con la uña al tocarle los genitales, algo que sucedió "pocas veces". Además, relató que el hombre le daba "besos en la boca", algo que la desagradaba. "Lo echo mucho de menos, pero no quiero que me haga esto", sentenció la niña en estos encuentros.

Tres psicólogas de la UVASI ratificaron ayer ante el tribunal las conclusiones de su informe, basado en estas entrevistas, en el que dan veracidad al relato de la menor y sostiene que sufrió abusos sexuales. Dos psicólogas propuestas por el letrado defensor cuestionaron el informe del departamento público, argumentando que la metodología utilizada no fue la adecuada.