Un joven de 28 años fue condenado ayer a 720 euros de multa y la retirada del carné de conducir durante ocho meses por circular a 216 kilómetros por hora en un tramo limitado a 60circular a 216 kilómetros por hora en un tramo limitado a 60 en Palma. El acusado fue sometido a un juicio rápido, admitió los hechos y se conformó con estas penas por un delito contra la seguridad vial tras llegar a un acuerdo con la fiscalía.

El hombre batió el pasado martes un record temerario. Nunca antes la Policía Local de Palma había detectado a un conductor circulando tan rápido por la ciudad. Fue sorprendido por un radar camuflado en la carretera de Sóller, entre la salida de la Vía de Cintura y la rotonda de Camí dels Reis, dos minutos antes de la una de la madrugada. Los policías que realizaban el control observaron cómo un Mitsubishi Lancer circulaba por ese tramo muy por encima del límite permitido en ese tramo, 60 kilómetros por hora. Al llegar a su altura, el radar fotografía el coche y fijó su velocidad en 216.

Los agentes dieron aviso al resto de unidades policiales de servicio para intentar interceptar el vehículo. Una patrulla de la Policía Nacional dio con él hacia las tres menos cuarto de la madrugada en la barriada palmesana de Son Oliva. El conductor reconoció entonces que había circulado por el tramo en cuestión a la hora en que fue captado por el radar. La Policía Local lo identificó y le imputó un delito contra la seguridad vial. Los policías comprobaron que en septiembre y octubre de 2016 ya fue denunciado por exceso de velocidad.

El joven fue citado para un juicio rápido y ayer compareció en el juzgado de instrucción número 6 de Palma, en funciones de guardia, acompañado de su abogado, Jaime Calvar. El letrado y la fiscalía alcanzaron un acuerdo para imponer penas mínimas al conductor imputado.

El acusado se declaró autor de un delito contra la seguridad vial por el que aceptó pagar cuatro meses de multa a seis euros diarios y la retirada del permiso de conducir durante ocho meses. El pacto tiene en cuenta que según el atestado policial no había tráfico y la zona estaba seca y bien iluminada, por lo que no puso en riesgo a otros usuarios de la vía, así como la ausencia de antecedentes y el hecho de que no haya negado su implicación.