Un Mitsubishi Lancer enfiló la carretera de Sóller, frente al Centro Penitenciario de Palma, con una velocidad vertiginosa. El radar de un coche patrulla de la Policía Local, estacionado en las proximidades, dio un resultado nunca antes visto en la capital balear: 216 kilómetros por hora en un tramo limitado a 60. Una vez interceptado el turismo, al conductor, de 27 años, se le imputa un presunto delito contra la seguridad vial.

Los hechos ocurrieron sobre la una de la madrugada de ayer en el tramo comprendido entre la rotonda de la prisión y la del polígono Son Castelló, en la carretera de Sóller. Una Unidad de Radar de la Policía Local permanecía en la zona cuando un coche, aparentemente de rally, irrumpió en el lugar.

El conductor pisó el acelerador a fondo y, en unos pocos metros, sobrepasó con creces los 200 kilómetros por hora en un tramo limitado a 60.

Los agentes no salían de su asombro al comprobar el registro que había dejado el turismo en el radar. Al pasar por la franja de detección, el mecanismo tomó una muestra fotográfica con la matrícula del coche. La medición alcanzó los 216 kilómetros por hora.

La descomunal velocidad del coche recogida por el radar era constitutiva de un presunto delito contra la seguridad vial. Por este motivo, los funcionarios que detectaron la infracción dieron aviso a todas las unidades y a la Policía Nacional para que interceptaran a este coche.

Interceptado

En torno a las 2.50 horas de la madrugada, un coche patrulla del Cuerpo Nacional de Policía comunicó por radio que acababa de interceptar al vehículo sospechoso. Fue localizado en el barrio palmesano de Son Oliva.

Pese a la descomunal velocidad que el turismo era capaz de desplegar en tan solo unos pocos segundos, entre las virtudes de este espectacular coche deportivo no estaba la de pasar desapercibido. El Mitsubishi Lancer de color rojo, con un alerón trasero, y de rally resultaba inconfundible.

Nada más comunicar los agentes de la Policía Nacional que tenían el vehículo sobre el que se había solicitado el requerimiento, diversas unidades de la Policía Local se desplazaron hasta el lugar donde había sido interceptado.

El conductor del deportivo no tuvo el menor inconveniente en reconocer que, a la hora señalada por la fotografía captada por el radar, se encontraba conduciendo el coche de rally por ese tramo de la carretera de Sóller. A continuación, se le imputó un presunto delito contra la seguridad vial.

No es la primera vez que este joven se ve involucrado en una situación similar. El conductor, de 27 años, ya había sido denunciado los meses de septiembre y de octubre del pasado año después de haber sido sorprendido circulando con exceso de velocidad. El titular del turismo es su padre, pero el hijo es el que siempre ha sido interceptado al volante.

Los agentes apenas podían dar crédito. El joven conductor del deportivo contactó con la Policía Local de Palma.