Un joven acepta ocho años de cárcel por intentar asesinar a su amiga en Ibiza
El acusado ha admitido que asestó doce navajazos a la víctima y hoy le ha pedido perdón en el juicio en la Audiencia de Palma
Un joven de 33 años de origen brasileño ha aceptado hoy en la Audiencia de Palma una pena de ocho años de prisión por intentar asesinar a su amiga asestándole doce cuchilladas cuando dormía en su domicilio en Sant Josep, en Ibiza, el pasado 17 de marzo de 2015.
El acusado ha admitido ante el tribunal de la sección primera que atacó a la víctima. Primero, intentó estrangularla en su habitación y luego ha reconocido que la acuchilló en el pecho, espalda, cuello, cadera y muñeca izquierda.
La fiscalía inicialmente solicitaba para él una condena de once años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa. El ministerio público, la acusación particular y la defensa han alcanzado hoy un acuerdo. Además de los ocho años de cárcel, el procesado se ha conformado con la prohibición de aproximarse y comunicarse con la víctima por un periodo de 18 años. En el turno de la última palabra, el acusado ha pedido perdón a la joven agredida y a su familia y se ha mostrado avergonzado.
La perjudicada se ha ratificado en su anterior declaración judicial y ha confirmado que reclama una indemnización de 50.500 euros por las graves lesiones y secuelas que ha padecido.
Los hechos ocurrieron la madrugada del 17 de marzo de 2015. Sobre las dos de la mañana, el acusado, que actualmente está preso, acudió al domicilio de su amiga en la calle Guipúzcoa en Sant Josep (Ibiza) y le pidió si podía pasar la noche en su casa. Ella accedió y el sospechoso se alojó en una de las habitaciones de la vivienda.
Una hora más tarde, sobre las tres de la madrugada, el encausado, aprovechando que la víctima dormía, entró en su habitación y la agarró con las manos por el cuello ejerciendo presión para ahogarla. La joven, que ahora tiene 27 años, se despertó y logró zafarse de su agresor. Ambos cayeron al suelo y entonces el sospechoso le propinó varias puñaladas con una navaja de diez centímetros. Le asestó doce navajazos en el pecho, espalda, cuello, cadera y muñeca izquierda. La víctima consiguió salvarse porque se refugió en el piso de su vecina.
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