Un empleado de Emaya se percató ayer de madrugada de que un joven había abandonado el coche tras estrellarse contra una vivienda de la calle Aragó. Tras comunicar lo que había presenciado a una patrulla de la Policía Local, los agentes interceptaron al conductor y lo detuvieron al constatar que iba ebrio al volante.

Los hechos ocurrieron sobre las tres y media de la madrugada de ayer a la altura del número 318 de la calle Aragó de Palma. Un Ford Focus se había estrellado contra una vivienda. Un trabajador de Emaya observó cómo un joven en camiseta salía tambaleándose del coche y abandonaba el lugar.

Tras relatar lo que había presenciado, una patrulla de la Policía Local de Palma dio batidas por la zona hasta que vieron a un individuo llamando al timbre de una vivienda. Al preguntarle, el sujeto negó en principio ser el conductor. Luego fue detenido tras dar 0,80 en el test de alcoholemia.