Sentimientos entremezclados de consternación e indignación se conjugaron ayer en el sentido minuto de silencio guardado en las puertas del cuartel de la Policía Local de Palma de Sant Ferran. La trágica muerte la tarde del jueves del agente Biel Llull en Sineu, atropellado por una conductora ebria mientras montaba en bicicleta con su hijo de ocho años, hizo que se congregaran allí más de un centenar de personas.

Momentos antes de las doce del mediodía, una multitud se concentró ante la sede la Policía Local de Palma para guardar un respetuoso minuto de silencio en memoria del agente fallecido. Los compañeros de Biel Llull no pudieron reprimir los gestos cariacontecidos.

El alcalde de Palma, José Hila, y la concejala de Seguridad, Angélica Pastor, encabezaron la representación municipal en el emotivo acto. También estuvo ron presentes el secretario de la Delegación del Gobierno en Balears, así como mandos y efectivos de la Policía Nacional, la Guardia Civil o del Ejército.

Estruendoso aplauso

Un estruendoso aplauso arropó el final del minuto de silencio en memoria de Biel Lllull. El alcalde de Palma, José Hila, se dirigió a los presentes para expresar "todo nuesto apoyo" del Consistorio a la familia del agente fallecido. "Era un policía muy querido y las circunstancias del accidente lo hacen especialmente duro", señaló. Angélica Pastor, por su parte, destacó que el fallecimiento del policía suponía "una tragedia en lo personal y en lo profesional".

Sobre las siete y media de la tarde, la iglesia de Sineu, donde se ofició el funeral, quedó completamente abarrotada de familiares, compañeros, y amigos que dieron el último adiós a Biel Llull.