Un preso extremadamente peligroso estuvo ayer a punto de fallecer intoxicado por el humo al prender de madrugada el colchón de su celda de aislamiento del Centro Penitenciario de Palma. Funcionarios de la prisión lo evacuaron a tiempo y las asistencias sanitarias le reanimaron de una parada cardiorrespiratoria. Fue evacuado en estado crítico al hospital Son Espases.

El incidente ocurrió sobre las cuatro y media de madrugada en el módulo de aislamiento. Un recluso marroquí de 32 años, llegado a la prisión palmesana en octubre de 2015, fue incluido en régimen de primer grado en atención a su extrema peligrosidad, en condiciones especialmente restrictivas. El interno acumula un abultado historial y condenas por atentado a agentes de la autoridad, daños y lesiones.

Como está establecido en aislamiento, el interno se encontraba solo en la celda. De repente, de madrugada trató de incendiar el colchón. Al estar compuesto de material ignífugo, no consiguió que aflorara una llama. No obstante, el humo empezó a brotar hasta el punto de llenar por completo la estancia y de que la atmósfera fuera irrespirable.

Pérdida de conocimiento

Al poco tiempo, el recluso perdió el conocimiento intoxicado por el humo. Por fortuna, la alarma antiincendio saltó y varios funcionarios se adentraron en la celda pertrechados tras los equipos de respiración autónoma con que cuentan para abordar estos casos.

Además de avisar a los servicios de emergencia, los funcionarios sacaron al interno inconsciente de su celda y la practicaron maniobras básicas de reanimación cardiopulmonar. Acto seguido, otros miembros del personal sofocaron el humo y sacaron de sus celdas al resto de presos en aislamiento. Todos resultaron ilesos.

Las asistencias sanitarias del Ib-salut se desplazaron poco tiempo después a bordo de una UVI móvil hasta el Centro Penitenciario de Palma. Los facultativos dieron el relevo a los funcionarios y practicaron maniobras avanzadas de reanimación cardiopulmonar.

Una dotación de Bombers de Palma acudió también a la prisión para sofocar el incendio en la celda. No obstante, se dieron media vuelta poco después, ya que los funcionarios se encargaron de su extinción y de ventilar la estancia para que saliera el humo.

Finalmente, el personal sanitario del Ib-salut logró reactivar las constantes vitales del recluso. Una vez estabilizado, el interno marroquí fue trasladado en la UVI móvil hasta el hospital Son Espases. Una vez allí, quedó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos.

Por su parte, agentes del Cuerpo Nacional de Policía se desplazaron ayer el Centro Penitenciario de Palma y abrieron una investigación para tratar de esclarecer las circunstancias que rodearon el incendio en la celda de aislamiento del recluso. Todos los indicios recabados por los investigadores apuntaban a que el fuego había sido intencionado.