Justo después del acalorado cara a cara entre Pedro Sánchez y Mariano Rajoy del pasado lunes, un hombre de mediana edad apareció tendido en mitad de la calzada en la confluencia de las calles Mónaco y Paradís del barrio palmesano de Sant Agustí. En un principio parecía que no había podido soportar el encendido debate político. En realidad, era un británico en estado de total embriaguez. Una conductora que acertó a pasar por el lugar avisó a las emergencias para que nadie le arrollara. Un coche de la Policía Local se personó en el lugar y el hombre fue atendido en una ambulancia por las asistencias sanitarias.
Una furgoneta contaminante
El pasado miércoles una furgoneta de color verde fue sorprendida arrojando extintores usados, sin ningún tipo de medida descontaminante, en un contenedor de la calle Anselm Turmeda de Palma. Los testigos avisaron a la Policía Local y aportaron una minuciosa descripción del vehículo conducido por un desaprensivo. Los agentes averiguaron que tenía su sede en el polígono de Marratxí y pretendían denunciarla por un presunto delito contra el medio ambiente.
Espectáculo en el banquillo
Esta semana se celebró un juicio contra prostitutas nigerianas en Vía Alemania, donde ninguna pasó desapercibida. Peinados a lo Jackson five de casi medio metro, espléndidas melenas largas, pelos de colores los acompañaban con llamativas ropas ajustadas y todo de abalorios, collares y pendientes. Sus abogados alcanzaron un acuerdo con el fiscal: reconocer un delito de pertenencia a grupo criminal a cambio de ver rebajadas sus penas. Algunas de las encausadas simulaban desconocer el castellano y las respuestas -en inglés y en su idioma natal- despertaban la hilaridad entre ellas. Finalmente, el juez decretó un receso e instó a que se centraran para que contestaran con seriedad a lo que se les preguntaba.
Autoridades ante la redada
El pasado lunes se desarrolló la espectacular redada contra conocidos restaurantes y bares situados en el centro de Palma. La intervención de los agentes de la UCRIF en un restaurante de Palau Reial coincidió con que el conseller de Turismo, Biel Barceló, acertara a pasar por el lugar. Otro tanto ocurrió en la inspección de una conocida tienda de zumos de la calle Jaume II. La presidenta del Parlament, Xelo Huertas, miró curiosa desde la puerta al toparse con gran cantidad de policías en el establecimiento.
Abuso de confianza
Un ladrón compareció esta semana en los juzgados de Vía Alemania por robar dos veces en un mismo domicilio. El fiscal le pedía inicialmente ocho años de prisión. Tras reconocer los hechos, dejó la pena en 16 meses de cárcel. El confiarse en exceso al volver a la escena del primer robo le perdió.
