Dos hombres aceptaron ayer en la Audiencia Provincial penas de tres y cuatro años de prisión respectivamente por dedicarse a la venta de éxtasis. La Policía encontró en sus domicilios en Lloseta y Can Picafort durante una operación antidroga más de 8.000 pastillas de esa sustancia estupefaciente. Un tercer procesado fue finalmente exculpado.

Los dos traficantes reconocieron los hechos tras alcanzar un pacto con la fiscalía, que pedía inicialmente sendas penas de siete años de cárcel. Además, el ministerio público apreció la atenuante de drogadicción en uno de los acusados y se mostró conforme con que se le suspenda la condena a condición de que continúe con el tratamiento de desintoxicación y no cometa otros delitos, como pidió su abogado.

Los hechos se remontan al año 2013, cuando según reconocieron los dos sospechosos se dedicaban a la venta de anfetaminas y éxtasis a terceros. Los ahora condenados reconocieron los hechos pero aseguraron que no tenían ningún tipo de conexión, y que traficaban por su cuenta. Uno de ellos tenían en su vivienda de Lloseta 5.189 comprimidos de éxtasis y al otro se le incautaron 2.944 pastillas en su domicilio de Can Picafort.