Una niña de cinco años tuvo que ser atendida por la dotación de una ambulancia al ser mordida por un perro en la cara en Palmanyola. El animal estaba atado a una columna en la avenida de las Dalias de la localidad y la niña jugaba con él, hasta que, en un momento dado, le propinó un mordisco en el labio y un arañazo en la nariz. La dotación sanitaria la trasladó al hospital de Son Espases, donde recibió asistencia. Su estado no era grave.

Fuentes sanitarias confirmaron ayer que el incidente ocurrió sobre las ocho menos veinte de la tarde, en la avenida de las Dalias, la calle comercial de Palmanyola.

El animal, un labrador de cuatro años, estaba atado a una columna de la calle, mientras su dueño realizaba la compra en una frutería. La niña se puso a jugar con el perro hasta que el animal le propinó un mordisco y le arañó en la cara con la pata.

La pequeña sangraba abundantemente, por lo que los testigos solicitaron la intervención de una ambulancia del 061. La dotación sanitaria acudió urgentemente al lugar y prestó las primeras asistencias a la niña.

En este primer reconocimiento comprobaron que la pequeña sufría una herida en el labio, provocada por la mordedura, y un arañazo en la nariz. Los técnicos decidieron trasladarla al hospital de Son Espases, donde recibió la asistencia necesaria. Fuentes sanitarias confirmaron que el estado de la niña no era grave, aunque el hecho de que fuera tan pequeña y que hubiera recibido la mordedura en la cara motivó su ingreso en el hospital.

Mientras tanto, una dotación de la Policía Local de Bunyola acudió al lugar e identificó a los propietarios del perro y a los familiares de la víctima. El animal, un labrador de cuatro años, tenía todas las vacunas en regla. Los dueños del perro estaban muy preocupados ante la posibilidad de que les requisaran al animal.