El presunto homicida del bosque de Son Rapinya confesó el crimen durante su declaración pero alegó que actuó en defensa propia. El indigente español de 41 años detenido el pasado martes por la Policía Nacional admitió que mató a otro mendigo de origen checo de unos 45 años asestándole varios pinchazos y cortes con un arma blanca en las inmediaciones de la chabola en la que este último residía. Según su versión, la víctima se hallaba muy alterada y fuera de sí y, momentos antes, le había intentado agredir con un hacha. Su reacción fue defenderse y quitarse a su oponente de encima, según explicó el sospechoso.
Luego, se percató de que el checo había muerto y entonces se asustó y decidió marcharse de allí de forma precipitada. El imputado, que permanece en prisión provisional desde el pasado jueves por la noche por orden judicial, conocía al fallecido e incluso habían compartido el mismo lugar de estancia.
El arrestado recordó que durante la noche del pasado 24 de abril a la madrugada del 25 ambos discutieron. El crimen se produjo en el transcurso de una pelea. El supuesto homicida aseguró que la disputa se debió a unas amenazas previas vertidas por el fallecido. Según puntualizó, el ciudadano checo le amedrentaba desde hacía tiempo porque, según destacó, no quería a nadie cerca, ya que decía que todo era suyo. Este extremo contrasta con lo que manifestaron los vecinos de la zona de Son Rapinya donde apareció el cadáver el pasado sábado semioculto bajo una pila de cartones y tablas, quienes subrayaron que el fallecido era muy afable, nada conflictivo y que nunca había causado incidentes.
Amenazas de muerte
El imputado, que inicialmente está acusado de un delito de homicidio, sostuvo que la noche del crimen ambos se pelearon después de que la víctima le amenazara de muerte. El español trató de desacreditar al checo y dar una visión de él de una persona violenta. Según recalcó, la víctima le dijo que esa mañana ya no se despertaría, dando a entender que estaría muerto.
Durante la trifulca, el extranjero le intentó atacar con un hacha y, entonces, él se defendió como pudo quitándoselo de encima, según detalló durante su declaración. Su oponente estaba muy agresivo y fuera de sí. Fue en ese momento cuando acabó con su vida con el arma blanca.
Posteriormente, al percatarse de que había cometido el crimen, empezó a tener miedo, se asustó y emprendió la huida. Antes, aún tuvo tiempo de esconder el cuerpo sin vida del indigente checo y cubrirlo con cartones y maderas.
Según la versión del detenido, no era la primera vez que ambos se enfrentaban, ya que el fallecido llevaba un tiempo profiriendo amenazas contra él.
Días después del homicidio, el mendigo español fue localizado y arrestado por la Policía Nacional. Los agentes ya habían reunido varias pruebas incriminatorias que le situaban en el lugar de los hechos la noche del crimen. Además, el sospechoso estaba planeando abandonar Mallorca.
El jueves por la tarde, el hombre fue conducido al juzgado de instrucción número 10 de Palma, en funciones de guardia. Tras escuchar su confesión, la magistrada accedió a la petición de la fiscal de que fuera encarcelado y ordenó que ingresara en prisión.
