La banda motera de Los Ángeles del Infierno tenía a su servicio a cuatro agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Dos policías de Palma llegaron a alertar a los principales miembros de la red de que estaban siendo investigados. Incluso, uno de ellos les advirtió de que "les estaban preparando una", según se desprende del último auto del magistrado de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, que ha finalizado la investigación del caso y ha decidido llevar a juicio a 55 presuntos integrantes y colaboradores de la banda alemana de las calaveras aladas que funcionaba como una verdadera mafia y que fue desarticulada en julio de 2013 en la isla.
El juez concluye en su resolución que la "base de la organización de Los Ángeles del Infierno en Mallorca se hallaba en junio de 2013 perfectamente asentada y contaba con estructuras y personas para su expansión y la continuidad de sus actividades ilegales".
Entre los 55 imputados que enumera el auto, se encuentran cuatro agentes de la isla: dos policías locales de Palma, un policía nacional y un guardia civil. El magistrado Eloy Velasco considera que hay indicios para atribuirles un rosario de delitos. Así, el policía local N.G.S., que se convirtió en una persona de confianza para los cabecillas de la banda, podría tener que responder de omisión del deber de perseguir delitos, revelación de secretos, organización criminal, negociaciones prohibidas a funcionarios y cohecho. Su compañero, C.V.P., que también fue detenido recientemente en el caso de la mafia policial de s'Arenal, estaría imputado por omisión de perseguir delitos, cohecho y encubrimiento. Mientras, el policía nacional, S.G.L., por omisión de perseguir delitos y revelación de secretos y el guardia civil F.V.P., también por omisión de perseguir delitos, simulación de delito, colaboración con organización criminal, cohecho, revelación de secretos, tráfico de influencias y negociaciones prohibidas a funcionario.
El juez ha tenido muy en cuenta las intervenciones telefónicas, que desvelan los contactos entre los miembros y colaboradores de la red, así como los informes policiales, las declaraciones de los investigadores, de los testigos protegidos, los imputados, la documentación recabada y los efectos, droga y armas intervenidas durante la operación Casablanca, que culminó en s'Arenal el pasado julio de 2013.
Frank, 'El Largo'
En la cúspide de la estructura jerárquica de la banda criminal figuran el cabecilla europeo Frank Hanebuth, apodado 'El Largo', y sus dos lugartenientes, los hermanos Youssafi, establecidos desde hace años en Mallorca. Según el auto, los Youssafi contaban con la colaboración de varios policías de la isla, quienes les facilitaban información. Estos agentes no actuaban concertados entre ellos, sino de forma individual. Así, en enero de 2012, un policía nacional presuntamente ya les hacía de informador. Según las conversaciones mantenidas, este agente les advirtió en al menos dos ocasiones de que estaban siendo investigados. Incluso, les alertó de que les vinculaban a una organización criminal. A ello hay que sumar otra conversación en la que Khalil Youssafi, vicepresidente de la banda en Mallorca, indicaba que un policía local de Palma, N.G.S., le habría informado de "que les estaban preparando una".
Este agente supuestamente avisaba a la banda cuando se iban a producir inspecciones policiales en sus clubes de alterne en s'Arenal y ayudaba a buscar prostitutas y clientes para los locales. También preparó documentación para la concesión de un casino en Palma y llegó a reunirse con el capo Hanebuth en Alemania.
Otro policía local ayudó a la red al encubrimiento y huida de uno de sus miembros fuera de la isla después que este acuchillara a un hombre en s'Arenal en septiembre de 2012, según el auto.
