Dos agentes de la Guardia Civil serán juzgados la semana próxima, junto a otras dos personas, por haber traficado con drogas en Cala Rajada. Los sospechosos supuestamente adquirían éxtasis, cocaína y marihuana que luego vendían en dos domicilios y un bar, según la fiscalía.

Los hechos se remontan a los años 2003 y 2004. De acuerdo con la versión del ministerio público, los cuatro sospechosos formaban entonces un grupo dedicado a la venta a pequeña escala de diversos tipos de drogas. El caso fue descubierto por la Policía Judicial de la Guardia Civil, que llevó a cabo pinchazos telefónicos durante varios meses. Así, averiguaron que dos agentes del cuerpo y dos compañeros de piso de uno de ellos traficaban con estupefacientes que adquirían en Son Banya. De hecho, dos de los agentes fueron sorprendidos cuando salían del poblado con medio gramo de cocaína que, según la acusación, iban a vender a terceras personas. Además, en los domicilios de los acusados se hallaron diversas cantidades de éxtasis y una plantación de marihuana. El fiscal acusa a los cuatro procesados de sendos delitos contra la salud pública, por el que reclama penas que suman 20 años de prisión.