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Tráfico

La Guardia Civil caza a un motorista a 223 kilómetros por hora en la carretera de Sóller

Un radar fotografió el vehículo a gran velocidad el pasado 21 de diciembre por la tarde - El dueño de la moto niega ser el conductor

La Guardia Civil cazó días antes de Navidad a un motorista cuando circulaba a 223 kilómetros por hora en la carretera de Palma a Sóller, en un tramo cuya velocidad máxima está limitada a los 100 kilómetros. Un radar fotografió el vehículo de dos ruedas y, gracias a los datos de la matrícula, los investigadores dieron con el titular poco después. El dueño de la motocicleta, una potente Yamaha R1, ha negado ser la persona que iba a los mandos.

El propietario del vehículo, un joven de entre 25 y 30 años de edad, fue citado ayer en los juzgados de Vía Alemania de Palma como imputado por un delito contra la seguridad vial. El varón compareció ante el juzgado de guardia de la ciudad y rehusó someterse a un procedimiento de juicio rápido al negar los hechos y no aceptar los cargos que pesan sobre él.

Días antes, tuvo que prestar declaración en las dependencias de la Guardia Civil, también en calidad de imputado, y en esa ocasión ya mantuvo que él no conducía la Yamaha en el momento en el que fue fotografiada en la carretera de Sóller.

El domingo por la tarde

El radar de la Guardia Civil de Tráfico captó la imagen del vehículo a toda velocidad el pasado domingo 21 de diciembre, sobre las seis y cuarto de la tarde.

La Yamaha fue detectada cuando circulaba a 223 kilómetros por hora por la carretera de Sóller, a la altura de Son Bibiloni. En esa vía, la velocidad máxima permitida son los 100 kilómetros por hora. Así pues, el vehículo sobrepasaba en 123 kilómetros el límite establecido.

Según se desprende de las pesquisas, la persona que iba a lomos de la potente motocicleta llevaba un casco bicolor y una chaqueta o traje de motorista.

La Guardia Civil mantiene que, nada más captar la velocidad a la que iba la Yamaha, una patrulla trató de darle el alto, cosa que no fue posible. Entonces, los agentes recabaron datos a partir del número de la matrícula. Así, lograron identificar y localizar al dueño del vehículo.

El joven fue citado a declarar ante la Guardia Civil dos días más tarde, el pasado 23 de diciembre. El propietario de la motocicleta, al que le imputaron un delito contra la seguridad del tráfico, negó los hechos de forma tajante. Según su versión, él no conducía su Yamaha R1 en el momento en el que fue descubierta a 223 kilómetros por hora en la carretera de Sóller. Ayer por la mañana se ratificó en el juzgado de guardia de Palma. El joven tuvo un problema anterior por exceso de velocidad en el Paseo Marítimo, pero no fue condenado.

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