­Un juego infantil en una parcela de Puntiró, en un día especialmente caluroso, desató ayer un incendio forestal. La rápida respuesta de los servicios de extinción evitó que el fuego cobrara mayores dimensiones. Las llamas calcinaron un área de 3.000 metros cuadrados de monte.

La imprudencia de los menores originaron las llamas en torno a las dos de la tarde en una parcela de Puntiró. En apenas unos minutos, el pequeño fuego que habían iniciado había quedado por completo fuera de control.

El incendio fue declarado de nivel uno. Medios aéreos y terrestres del Institut Balear de la Natura (Ibanat) -un avión, un helicóptero, una tanqueta y dos brigadas- y dotaciones de Bombers de Palma se desplazaron rápidamente hasta el lugar para sofocar las llamas.

La acción combinada no tardó en surtir efecto y poco después de su llegada consiguieron frenar el avance del fuego. De hecho, sobre las 15.40 horas el incendio se dio por controlado. Finalmente a las cinco de la tarde el incendio se consideró extinguido. La superficie forestal que calcinó el imprudente juego infantil en Puntiró fue de 0,29 hectáreas.