Un hombre acuchilló el jueves por la noche a un camarero y a un cocinero de un kebab-churrería, en ses Figueretes (Eivissa), e intentó agredir a uno de los dos socios. Los heridos recibieron asistencia médica debido a las heridas leves que les produjo con el arma blanca pero fueron dados de alta horas después. El agresor también sufrió algunos cortes sin especial importancia.

El establecimiento, ubicado en la esquina de la calle Formentera y la avenida de España, estaba muy concurrido. La mayoría de los clientes, sobre todo magrebíes y españoles, se habían reunido para ver fútbol en la televisión. A esa hora se jugaban dos partidos del Mundial de Brasil: Bélgica-Corea del Sur y Rusia-Argelia.

A las nueve y diez de la noche, aproximadamente, el agresor, un cliente habitual del establecimiento, entró en la churrería con un cuchillo o navaja en la mano. "No sé las dimensiones, pero era muy grande", explicó una de las víctimas, el socio del establecimiento, que en ese momento estaba preparando un kebab.

"Intentó acuchillarme pero me aparté y pude esquivarle", relató este hombre, que prefiere que no aparezca su nombre pero que quiso destacar que tiene la nacionalida española aunque nació en Marruecos. El agresor, marroquí de 49 años de edad de nombre Mohamed y residente en Santa Eulària, entró acto seguido en la cocina.

Todo ocurrió muy rápido, según explicaron el socio del kebab, en una conversación telefónica, y varios testigos en el local. "Te voy a matar", gritó al hombre, que logró esquivar sus cuchilladas. En la cocina comenzó a tirar platos, "más de 40", según recordó una de las mujeres que vieron lo sucedido, además de otros objetos que encontró a su paso.

El cocinero, también marroquí, se agachó para recoger la vajilla, momento en el que Mohamed le clavó la navaja en el cuello. Después, asestó dos puñaladas superficiales en la espalda al camarero, un joven español.

Alguien llamó a la Policía Nacional y una patrulla se personó en el local en apenas dos minutos. Los agentes arrestaron a Mohamed, que después fue trasladado al hospital Can Misses. Ingresó a las diez de la noche y recibió el alta a las dos y media de la madrugada del viernes. Fue atendido de un corte de unos dos centímetros en un dedo de la mano izquierda, informó un portavoz del Ib-Salut.

Según los testigos, los dos agredidos recibieron también asistencia médica, aunque en el gabinete de comunicación del 061 no tenían constancia de que fuesen trasladados en alguna de sus ambulancias. Según una testigo, al cocinero le aplicaron tres puntos de sutura en el cuello, aunque no fue posible contrastar esta información con algún responsable sanitario.

El arrestado quedó en libertad tras pasar a disposición judicial, pese a que la fiscal pidió prisión para él. Varios clientes se marcharon del bar sin pagar sus consumiciones aprovechando la confusión durante la agresión.