La Policía no ha encontrado evidencias de que la muerte de una niña de 13 años, fallecida el pasado día 10 tras lanzarse desde un quinto piso en Palma, esté relacionada con el acoso escolar. Los agentes del grupo de Homicidios han interrogado en los últimos días a numerosos testigos tanto del colegio concertado en el que estudiaba la pequeña como de su entorno familiar y han llegado a la conclusión de que no hay una relación causa-efecto entre el suicidio y su situación escolar.

La menor se precipitó al vacío desde una ventana de su domicilio, un quinto piso de la calle Juan Gris, el pasado día 10 por la tarde y al día siguiente falleció en Son Espases. La Policía descartó enseguida la intervención de otras personas en los hechos. La adolescente dejó una carta en la que hacía referencia a los supuestos insultos que le proferían algunos compañeros del colegio Madre Alberta, quienes, según la nota, la llamaban "gorda".

El grupo de Homicidios abrió entonces una investigación para aclarar si la adolescente padecía una situación de acoso escolar, de la que ni su familia ni el centro tenían constancia, que la hubiera llevado a acabar con su vida. Desde entonces, los agentes han tomado declaración a profesores, compañeros y familiares de la menor. También han analizado su correo electrónico y su actividad en las redes sociales de Internet en busca de mensajes denigrantes o algún otro indicio sobre el supuesto acoso

La Policía ha dado ahora por concluidas las pesquisas, remitiendo un informe al juzgado que instruye el caso. Los investigadores sostienen que no existe relación entre los supuestos insultos de los que hablaba la adolescente y su fallecimiento, por lo que presumiblemente el magistrado archivará la causa.