­Brahim M., el jardinero preso desde el viernes por la noche por orden judicial por asestar cuatro puñaladas dos días antes a un compañero de trabajo en un hotel situado a las afueras de Llucmajor, ofreció reparar el daño causado ante el juez. El joven sospechoso, de 29 años y origen marroquí, está acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa. El imputado confesó los hechos en el juzgado de guardia de Palma y dijo estar muy arrepentido de lo ocurrido.

El fiscal pidió para él prisión provisional sin fianza al considerar que había riesgo de fuga y de alteración de pruebas. De hecho, la Guardia Civil encontró el viernes la punta de un cuchillo con restos de sangre en las proximidades del hotel donde se produjo el brutal ataque, pero aún falta el mango del arma blanca.

Brahim solo respondió el viernes por la tarde a las preguntas de su abogado defensor, Jaime Campaner. El jardinero admitió haber herido de gravedad a la víctima con un cuchillo de cocina el pasado miércoles. Le asestó cuatro puñaladas: dos en el pecho, cerca del pulmón y del corazón, y las otras en la frente y el brazo. El perjudicado tuvo que ser intervenido en el hospital y quedó ingresado en la UCI en Son Espases.

El letrado de Brahim trató de demostrar que no hay riesgo de fuga al argumentar que toda su familia reside en España. Por tanto, tiene arraigo y además sus parientes disponen de bienes inmuebles en el país. El acusado de intentar matar a su compañero de trabajo entregó voluntariamente el pasaporte en el juzgado para demostrar que no iba a huir.