El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia de Palma condenó ayer a una pena de cinco años de prisión a un individuo de origen dominicano, que ayer confesó su autoría en un intento de homicidio.

Niuston Alberto E.B., de 34 años de edad, que está en prisión desde el pasado mes de junio, se enfrentaba a una petición inicial de nueve años de prisión. Sin embargo, antes del inicio del juicio la defensa mantuvo una negociación con la fiscalía y se acordó reducir esta propuesta inicial.

El acusado, que ya cumplió una pena anterior de más de tres años de prisión al ser declarado culpable de un delito de lesiones, protagonizó este intento de homicidio, que tuvo lugar en la mañana del pasado día 18 de junio en las Avenidas de Palma.

Cuando estaba en la calle, el acusado se dio cuenta de que un individuo, sobre el que parece ser que tenía rencillas anteriores, entraba en un bar de esta céntrica calle. Le siguió hasta el citado local y cuando se vieron uno frente al otro, el acusado le gritó "me las vas a pagar". El agresor iba armado con un cúter, que sacó de su bolsillo cuando se topó con la víctima. Tras amenazarle de muerte, el acusado se dirigió hacia su oponente y comenzó a lanzarle puñaladas con el arma que llevaba.

El agredido no se quedó quieto. Iba desarmado e intentó defenderse de la agresión. Salió corriendo y se escondió detrás de la barra. Al comprobar que Niuston Alberto aún le continuaba siguiendo, huyó a toda prisa del bar.

Empezó a correr por la calle, pero el agresor salió a la carrera detrás de él. A los pocos metros, a la altura de una consulta médica, el joven logró alcanzar a la víctima. Le propinó un fuerte empujón y acto seguido le asestó varias puñaladas a su oponente. Dos de las agresiones le alcanzaron el cuello.

En el forcejeo el acusado tuvo que soltar el arma que llevaba, que cayó al suelo. Un testigo que casualmente se encontró con la pelea, al darse cuenta de que el cúter caía al suelo y para evitar que el agresor recuperara el arma, lo desplazó con su pie. Por fortuna, en ese momento aparecieron dos agentes de la Guardia Civil que iban vestidos de paisano, que casualmente pasaban por aquella calle. Los funcionarios lograron evitar que el agresor continuara golpeando a la víctima.

No solo le redujeron, sino que los guardias civiles avisaron a la Policía, al ser testigos de un delito de intento de homicidio.

El acusado fue presentado ante el juez de guardia, que ordenó su ingreso en prisión, acusado de un delito de intento de homicidio. Ayer fue trasladado a la Audiencia desde la cárcel, donde regresó más tarde una vez concluido el juicio.

La víctima, como consecuencia de esta agresión, padeció varias lesiones y tuvo que recibir asistencia médica. No fue necesario que explicara al tribunal su versión de los hechos.