­Agentes de la Guardia Civil seguían el rastro de un menor fugado de un centro para su posterior detención cuando se llevaron una mayúscula sorpresa. En una finca rústica de Llucmajor, propiedad de un familiar del adolescente, se encontraron una plantación de marihuana lista para su recogida. El adulto, de 28 años, fue detenido como presunto autor de un delito contra la salud pública.

El servicio se inició cuando agentes del Instituto Armado de Llucmajor investigaban, por orden judicial, el paradero de un menor fugado de un centro para su posterior detención y reingreso en el mismo.

En el transcurso de la búsqueda, los guardias civiles descubrieron en una finca rústica de Llucmajor, propiedad de un familiar del adolescente fugado, indicios de que podría albergar una plantación de marihuana de grandes dimensiones.

Tras obtener el correspondiente mandamiento judicial de entrada y registro domiciliario, los agentes pudieron acceder al domicilio donde supuestamente se almacenaban las plantas.

Las sospechas se confirmaron nada más irrumpir en el domicilio. Los agentes de la Guardia Civil de Llucmajor encontraron en el interior 22 kilos de marihuana que estaba a punto de ser recogida. El propietario de la finca, de 28 años de edad, fue detenido por un presunto delito contra la salud pública. En concreto, por cultivo y elaboración de droga.

Por otro lado, la Policía Local de Calvià detuvo en la madrugada de ayer a un presunto narcotraficante, de nacionalidad nigeriana, en Magaluf.

Los agentes observaron a un individuo subsahariano sentado en las escaleras de un local de ocio conversando con un turista. Al cabo de un rato, se dirigió a un macetero, cogió una bolsa y se sentó al lado del turista. Le entregó la bolsa a cambio de unos billetes.

Uno de los agentes interceptó al turista, que confesó haber comprado marihuana por 30 euros. El vendedor fue detenido.