Una vía de agua en un ferry amarrado en el muelle de Cala Rajada provocó ayer una alerta de vertido de gasoil. Una embarcación de Salvamento Marítimo colocó una barrera de contención de hidrocarburos en torno al barco y unos submarinistas repararon el casco. No se llegó a producir ninguna fuga de combustible.

El incidente se inició la noche del martes. Varios técnicos de mantenimiento trataban de reparar el motor del ferry Baleares Jet de la compañía Entre Illes i Canals. El propulsor se les cayó y golpeó con fuerza el casco. El impacto causó un boquete en forma de siete, abrió una vía de agua e inundó el barco. Como buenamente pudieron taponaron la fuga.

La Salvamar Saiph de Salvamento Marítimo remolcaba un pesquero con problemas cuando se topó con la alarma de vertido de gasoil en el Baleares Jet amarrado en el muelle. Los buzos lograron sellar la vía de agua.