­No se limitaba a desvalijar las viviendas, prácticamente las arrasaba. La Guardia Civil de Santa Margalida ha detenido a un hombre que presuntamente robó en al menos tres casas de campo del norte de la isla. Pero en una de ellas se llevó todo lo que había. No solo electrodomésticos, sino también muebles, lámparas, cableado eléctrico, mobiliario de cocina y baño... hasta una estufa que pesaba unos 200 kilos.

El Grupo de Investigación de la Guardia Civil de Santa Margalida inició las pesquisas tras recibir las denuncias sobre dos robos en casas de campo del término la semana pasada. En una de ellas, que estaba en construcción, se habían elementos de las obras y diferentes materiales.

En la otra casa, un chalé de la zona conocida como sa Butifarra, los ladrones se llevaron absolutamente todo lo que tuviera el menor valor: muebles, electrodomésticos, lámparas y una pesada estufa. Llegaron a desmontar los muebles de cocina y el cuarto de baño, así como la instalación eléctrica, hasta dejar los habitaciones completamente desnudas.

Las investigaciones condujeron a un sospechoso, J.F.M., de 43 años, que fue sometido a una discreta vigilancia. Esto permitió que el viernes por la noche fuera sorprendido cuando llegaba a su casa, en Santa Margalida, con su furgoneta cargada con placas solares, así como un equipo de energía solar formado por un acumulador y un trasformador, y joyas. Posteriores gestiones permitieron confirmar que los aparatos de energía solar procedían de un robo en otra casa de campo, que presuntamente acababa de perpetrar cuando fue interceptado.

El hombre fue detenido al día siguiente, acusado de los tres robos en domicilios. El mismo sábado se llevó a cabo un registro con autorización judicial en su casa. Allí apareció una gran cantidad de efectos procedentes de la casa desmantelada.

Todos los objetos recuperados tienen un valor de 15.000 euros, mientras que la Guardia Civil sigue haciendo gestiones para localizar al propietario de las joyas intervenidas.

El hombre fue conducido ayer a disposición del juzgado de guardia de Inca, y quedó en libertad tras prestar declaración.