Un delincuente habitual que fue sorprendido de madrugada cuando intentaba robar gallos en una casa de campo de la zona de s´Arenal protagonizó una peligrosa huida hasta el barrio de Corea, en Palma, en la que llegó a circular a 170 kilómetros por hora, se metió en carriles del sentido contrario de la Vía de Cintura y se saltó semáforos en rojo, provocando situaciones de grave riesgo. El hombre fue finalmente detenido por la Policía Nacional junto a sus tres presuntos cómplices.

Los hechos ocurrieron sobre las cuatro de la madrugada del pasado sábado, cuando los residente en una casa de campo ubicada en el Camí de Son Ametler, entre s´Arenal y Sant Jordi, avisaron a la Policía, ya que habían descubierto a varios intrusos en el interior e la propiedad, que tenían la intención al parecer de llevarse los gallos que allí criaban.

Cuando una dotación policial llegó al lugar se encontraron con que los vecinos tenían retenido a un joven, mientras que otro escapaba a toda velocidad en un turismo Audi A6. Uno de los agentes bajó del coche para detener al presunto ladrón que tenían los vecinos, mientras que el otro inició la persecución del coche en fuga.

Comenzó entonces la peligrosa huida hacia Palma. El coche zeta de la Policía, con las sirenas y luces de emergencia, se las veía justas para seguir al fugitivo, que alcanzó velocidades de 170 kilómetros por hora por carreteras rurales, se saltó semáforos y se metió en dirección prohibida. Varios coches zeta más se sumaron a la persecución. Uno de ellos intentó cortarle el paso en la Carretera Vieja de Sineu, pero el fugitivo lo esquivó. Cuando se incorporó a la Vía de Cintura otro coche patrulla le interceptó. Entonces el Audi se metió en los carriles del sentido contrario y accedió por la salida de la carretera de Sóller hacia el centro de Palma.

Escondido en Corea

En ese momento se habían sumado ya cinco coches patrulla a la persecución. Además, otro coche camuflado de la Policía se dirigió a la zona de Corea, en previsión de que el delincuente fuera hacia allí. La apuesta fue acertada. Los policías de paisano vieron llegar al Audi. El conductor entró en una calle de Corea, abandonó allí el coche y se metió en un portal. Los agentes salieron tras él y le encontraron agazapado en uno de los rellanos de la escalera. Fue detenido sin oponer resistencia.

Mientras tanto, el primer indicativo que participó en la persecución regresó a la casa de campo de s´Arenal, donde esperaba uno de los agentes con el presunto ladrón que fue retenido por los vecinos. Estos explicaron que los intrusos habían roto el vallado y se habían metido en la finca para llevarse varios de los gallos que allí criaban. De hecho, unos días antes ya habían entrado y se habían llevado cuatro de las aves.

Los residentes vieron que eran cuatro jóvenes, pero solo pudieron retener a uno. Otros dos huyeron corriendo mientras que el cuarto, que llevaba el coche, había bajado y les había amenazado con un cuchillo para que soltaran al que tenían retenido. Entonces vio llegar el coche zeta, se subió a su vehículo y trató de escapar.

Cuando la dotación del coche patrulla se marchó del lugar se cruzó con dos jóvenes que caminaban por la carretera, cuya descripción correspondía con los dos que habían huido a pie tras ser sorprendidos. También fueron detenidos. Los arrestados son tres españoles y un marroquí de 21, 20, 26 y 40 años de edad.