Dos agentes de la Policía Local de Palma han sido acusados de adueñarse de tres teléfonos móviles de alta gama que requisaron en controles de vehículos realizados en los últimos meses. Fue el propio cuerpo quien, tras la denuncia de un ciudadano, abrió una investigación. Las pesquisas culminaron ayer con la detención de un policía y la imputación del otro por un delito de apropiación indebida. Ambos han sido expedientados y uno de ellos será apartado del servicio y el otro, destinado a una unidad no operativa.

Un ciudadano acudió hace unas semanas a la Policía Local para recuperar unos efectos que se le habían intervenido durante un control rutinario llevado a cabo en noviembre pasado. Los agentes habían registrado su coche y requisaron varios objetos ante la sospecha de que fueran robados. Cuando le entregaron sus pertenencias, el hombre descubrió que faltaba un teléfono móvil y presentó una denuncia.

La Policía Local abrió una investigación para aclarar qué había ocurrido con el aparato. Durante las pesquisas, los agentes constataron que el Cuerpo Nacional de Policía había iniciado ya otra investigación por hechos similares. En esta ocasión, otro ciudadano aseguraba que los agentes que registraron su coche durante un control en enero le habían requisado dos teléfonos móviles que no había recuperado.

La investigación culminó ayer con la detención, por orden de un juzgado de instrucción, de un agente de la Policía Local de Palma y la imputación de otro por haberse quedado los tres teléfonos. Ambos participaron en los dos operativos tras los que desaparecieron los aparatos y están acusados de un delito de apropiación indebida. Al margen de la actuación judicial, la Policía Local ha abierto ya sendos expedientes a los agentes acusados. El detenido será apartado del servicio de manera cautelar y el imputado prestará servicio en una unidad sin contacto con los ciudadanos.