­Un auxiliar de seguridad del cementerio de Palma fue detenido por numerosos robos en el camposanto. Agentes de la Policía Local lo arrestaron después de ser sorprendido vendiendo objetos sustraídos en chatarrerías.

En los últimos 15 días, el número de robos en el cementerio de Palma se había disparado exponencialmente. Hasta el punto de que el director técnico del camposanto decidió denunciar los hechos.

Todas las sospechas apuntaban a un auxiliar de seguridad. Pese a encontrarse de baja laboral había sido visto empujando un carrito en las cercanías de una chatarrería de Can Valero.

El propietario del establecimiento reconoció a los agentes que el sospechoso le había vendido una importante cantidad de objetos metálicos. En otra chatarrería, el dueño había admitido que le intentó vender efectos con un peso de siete kilos. Al dudar de su procedencia, no los compró.

Sobre las nueve de la mañana del martes, el sospechoso fue detectado de nuevo en la primera chatarrería. Pretendía vender anillas de latón y dos contadores de agua de EMAYA. Fue detenido de inmediato.