Un nutrido dispositivo de la Policía Local de Palma convirtió en la mañana de ayer Portopí en una suerte de embudo. Una veintena de agentes participaron en controles de alcoholemia y drogotest a los conductores que acertaron a pasar por la zona. El operativo se saldó con dos detenidos por superar la tasa penal de alcohol permitida.

Los controles se instalaron desde las 6.45 hasta las 8.30 horas en Portopí. Al enfilar un pronunciado cambio de rasante, los conductores se toparon por sorpresa con el dispositivo policial. La estratégica conexión entre el Paseo Marítimo y Gomila hacía presagiar que un elevado número de conductores podría dar positivo tras el sábado noche.

Una veintena de agentes pertenecientes a la Unidad de Accidentes, Motorizada, Unidad de Intervención Inmediata (UII), Unidad de Seguridad Integral (USEI) y la Unidad Canina (UCAN) participaron en el operativo.

Durante el dispositivo especial se controlaron 14 vehículos y practicaron a los conductores otras tantas pruebas de alcoholemia. Uno de las personas que se sometió al test cometió una infracción administrativa y se le impuso la correspondiente multa. A otros dos se les detuvo después de superar el límite de alcohol al volante establecido en el Código Penal.

Asimismo, los agentes realizaron seis pruebas del drogotest. Solo una persona dio un positivo administrativo.

Además, los policías denunciaron a dos conductores por circular sin seguro y retiraron dos vehículos.