Un conductor arremetió con su coche contra un policía local para saltarse un control en el Camí Fondo, en Palma. Solo los reflejos del agente evitaron que fuera arrollado. El funcionario saltó hacia un lado para esquivar el vehículo. La Policía Local lo detuvo por un presunto delito de atentado grave a agentes de la autoridad.

El intento de atropello ocurrió el pasado 16 de mayo. El Opel Corsa se perdió de vista a toda velocidad. Un policía radió la matrícula del coche y se localizó el domicilio de la titular en el barrio palmesano de Son Gotleu.

Agentes de la Unitat de Seguretat Integral (USEI) localizaron el coche fugitivo entre las calles Francesc Julià con Picos de Europa. Allí realizó varias maniobras de conducción temeraria. De hecho, los peatones que cruzaban una calle tuvieron que saltar para esquivar el coche después de que se saltara el semáforo en rojo.

Finalmente, el conductor dejó el coche tirado en la calle y huyó a pie. Antes de que lo pudieran detener, se encerró en una vivienda de la calle Picos de Europa.

A continuación, los agentes contactaron con la titular del vehículo. La propietaria del coche aseguró a los policías que se lo había dejado a su consuegro. Al ser citado, este se personó poco después en el cuartel de la Policía Local de la calle Sant Ferran acompañado por su abogado. "Me lo han robado en Son Banya con las llaves puestas", espetó. Los agentes no esperan a confirmar si esto es o no cierto.

La Policía Local remite toda la información recabada al Cuerpo Nacional de Policía. Con la descripción física facilitada, los especialistas elaboran un retrato robot del supuesto conductor.

Los agentes lo reconocen sin ningún género de dudas. Finalmente, el pasado domingo los policías detuvieron al conductor, de 22 años, por un delito de atentado a la autoridad. El consuegro de la dueña del coche era también el padre de la novia del autor del intento de atropello.