Un juzgado de lo penal de Palma ha condenado a ocho años de prisión a dos hombres por un atraco en el que la víctima, intimidada por el cuchillo que esgrimían los asaltantes, se lanzó al vacío desde un balcón en Can Picafort. El afectado, a quien sustrajeron 700 euros que llevaba en la cartera tras propinarle un puñetazo, sufrió lesiones graves debido a la caída y tuvo que ser hospitalizado. La sentencia, que fue recurrida por los atracadores, ha sido confirmada por la Audiencia Provincial.

Los hechos, según considera probado la sentencia, se remontan a la noche del 13 de enero de 2010. Los acusados, dos jóvenes de origen magrebí, coincidieron con la víctima en un bar de Can Picafort y entablaron conversación. Durante el juicio, el afectado declaró que les preguntó dónde podía conseguir películas piratas y que estos le dijeron que en su casa tenían. Por contra, los procesados aseguraron que el hombre les invitó a consumir cocaína en el local y que cuando este echó el cierre le ofrecieron ir al piso de uno de ellos.

Aunque el fallo no se pronuncia sobre cuál de las dos versiones es cierta, la jueza considera probado que los magrebíes y la víctima acudieron entonces al apartamento en el que ocurrieron los hechos. Una vez en el interior, uno de los procesados propinó un puñetazo en la cara al invitado y lo tiró sobre un sofá. El otro irrumpió entonces en el salón empuñando un cuchillo de cocina para evitar que huyera. "Estás muerto", le dijo. Los dos procesados golpearon a la víctima hasta apoderarse de la cartera que llevaba, de la que cogieron 700 euros.

Fue entonces cuando la víctima, "presa del pánico", abrió la puerta del balcón de la vivienda, situada en un primer piso, y saltó al vacío. Cayó, desde una altura de unos tres metros, sobre una piscina rellana de tierra, lo que amortiguó su caída. El hombre sufrió múltiples traumatismos en cabeza, cadera y muslo y fue atendido en un hospital. Tardó ocho días en recuperarse.

Los dos acusados reconocieron durante el juicio que habían estado con la víctima en la vivienda, pero negaron los hechos. Según explicaron, el hombre estuvo tomando allí una cerveza y poco después se marchó sin que se produjera ningún incidente.

El fallo resalta, sin embargo, que la chaqueta de la víctima fue hallada por la Guardia Civil minutos después en el domicilio y que bajo la prenda apareció su cartera vacía. La jueza considera que esta circunstancia demuestra que tuvo que huir a toda prisa del domicilio y no lo hizo por la puerta, tal y como sostenían los acusados. También detalla la sentencia que uno de los sospechosos llevaba consigo 350 euros en billetes arrugados. Sobre la procedencia de este dinero, según el fallo, el procesado dio hasta tres versiones diferentes. Las explicaciones de los atracadores sobre por qué la víctima se marchó del piso dejando allí su cartera y su chaqueta resultan inverosímiles para la jueza.

La magistrada consideró que estos hechos constituían un delito de robo con violencia e intimidación y una falta de lesiones, por lo que impuso a los acusados sendas penas de cuatro años de prisión y una multa. Además, les condenó a indemnizar a la víctima con 240 euros por las lesiones sufridas y otros 350 euros por el dinero que le robaron, ya que el resto fue recuperado por la Guardia Civil. La jueza sustituyó la pena de uno de los procesados por su expulsión del territorio nacional durante una década, ya que estaba en España de manera irregular.

Los abogados de los asaltantes recurrieron el fallo ante la Audiencia Provincial, al entender que se basaba únicamente en las "contradictorias" declaraciones de la víctima. El tribunal de la sección segunda, sin embargo, ha confirmado íntegramente la sentencia.