La juez de guardia Carmen Martín, titular del juzgado de instrucción número 3 de Eivissa, ordenó ayer el ingreso en prisión provisional y sin fianza de la mujer acusada de apuñalar y matar a su exnovio en Sant Antoni, a la que se imputa un delito de homicidio, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB).

Alba Mary Meza Reyes fue puesta a disposición judicial en la mañana de ayer. Alrededor de las nueve llegó a la sede judicial de la avenida de Isidor Macabich y dos horas más tarde empezó su declaración, que se prolongó hasta la una del mediodía. Fuentes de la fiscalía explicaron que la mujer mantuvo el relato de hechos que ya había realizado anteriormente en la Guardia Civil, según el cual pretendía repeler una agresión sexual. No obstante, añadieron que hubo momentos en la declaración en la que dijo que no recordaba algunas cosas o no sabía cómo habían ocurrido.

Alba Mary relató que la medianoche del lunes su exnovio, César Augusto Rendón Giraldo, fue a su casa, en Sant Antoni, y le dijo que bajara a la calle, pues quería verla. Aunque, según ella, en ocasiones anteriores le había dicho que si no accedía a quedar con él le quitaría "el ´skype´ o la línea de teléfono", señalaron las citadas fuentes conocedoras de su testimonio, al parecer la noche del crimen no le hizo ningún comentario sobre eso.

Ella bajó, se subió al vehículo, él cerró los seguros del coche y empezaron a hablar. En un momento dado, explicó la mujer, trató de agredirla sexualmente y como se opuso, arrancó y la llevó primero a un descampado y luego a otro, y lo intentó de nuevo.

No sabía que era un cuchillo

Alba Mary señaló que la víctima trató de abrirle los pantalones y la tocaba por el cuello, y que ella se giró "buscando algo, un lapicero o algo de su trabajo", señalaron fuentes de la fiscalía. Entonces agarró un objeto que al principio, afirmó, no sabía que era un cuchillo, sino que se dio cuenta cuando lo tenía ya en la mano. Siguieron forcejeando y, según la mujer, no sabe cómo el cuchillo "se hundió" en el cuello de César Augusto y le cortó la yugular. Sobre si ella presentaba algún tipo de herida que apoyara su versión de que había habido un forcejeo, la mujer señaló que tenía un morado en un brazo pero no lo mostró durante su declaración.

En todo momento, narró la detenida, no podía salir del coche ya que las puertas estaban cerradas. Sin embargo, al sufrir la puñalada, la víctima arrancó el coche y en ese momento se abrieron los seguros del vehículo y ella pudo salir. La mujer se dirigió entonces a su casa y sus amigos le aconsejaron que fuera a la Guardia Civil a contar lo ocurrido y así lo hizo. Fuentes de la fiscalía señalaron que, a su juicio, la respuesta de Alba Mary resultó "desproporcionada" con lo que ella explica que le hacía la víctima. Por ello, además de pedir su ingreso en prisión, la fiscal se mostró contraria a aplicar la exención de legítima defensa.