La Audiencia de Palma inició ayer el juicio contra unos padres acusados de agresión sexual, malos tratos y de tener desatendidos a sus dos hijos en su alimentación e higiene diarias en el domicilio familiar a principios de 2008. Los dos progenitores negaron de forma tajante los cargos ante el tribunal de la sección segunda. Únicamente admitieron que solían discutir y gritarse en casa, en ocasiones en presencia de los niños.

El hombre apuntó que los menores pudieron asustarse por los gritos, pero destacó que nunca les puso la mano encima. "Quizá no estábamos preparados para cuidar a los niños", dijo. Por su parte, la mujer culpó a una cuidadora, amiga de su hermana, de manipular a las víctimas para lograr quedarse con su hija, que en el momento de los hechos tenía diez años. Precisamente, la menor ayer confirmó en su declaración a puerta cerrada ante la sala que había sido violada y que sus padres le pegaban.

La fiscalía solicita para el imputado, de 53 años de edad y que fue condenado en 1980 a 12 años de privación de libertad por un robo con homicidio en Barcelona, penas que suman 16 años de cárcel por agresión sexual, exhibicionismo y maltrato. Por su parte, su mujer, de 41 años, se enfrenta a tres años de prisión por malos tratos y exhibicionismo.

La pareja reconoció ayer durante la vista oral que en 2006 empezó a vivir con sus dos hijos pequeños en un piso en Palma. Pocos años antes, ambos habían estado cumpliendo condena, por lo que los menores se encontraban tutelados. Así, los dos hermanos se criaron y pasaron los primeros años de su infancia con otras personas, familiares de los acusados. Según la versión de la madre, al principio la convivencia en el domicilio fue muy bien, "de maravilla", pero cuando su pareja se quedó sin trabajo, todo cambió "de la noche a la mañana" porque discutían mucho y él la maltrataba.

La fiscalía acusa a los progenitores de tener desatendidos y dejar solos en casa a los pequeños, cuando la niña tenía diez años y su hermano, ocho. Además, en el primer semestre de 2008, la pareja supuestamente mantuvo relaciones sexuales ante los niños y también les puso películas pornográficas. Estos hechos fueron negados de forma rotunda por los dos sospechosos.

La madre indicó que todo era "mentira" y que sus hijos estaban bien alimentados, no se quedaban solos en casa y era ella quien les lavaba la ropa. "Iban limpios y arreglados", añadió. La imputada también negó los malos tratos, así como que su compañero hubiera abusado de su hija. "La niña una vez me explicó que su padre le había hecho daño en los genitales pero me dijo que había sido jugando", relató entre sollozos. Por último, la mujer culpó a la cuidadora de su hija de manipularla con el objetivo de quedarse con ella.

El procesado también negó haber pegado a los niños. "No les he tocado nunca. Nunca les he pegado ni con la correa ni con la mano", destacó. El hombre también explicó que no había insultado a su hijo y le había echado de casa por hacerse sus necesidades encima. Los abusos y la presunta violación a la niña los negó. "No es verdad", insistió. El padre solo reconoció los gritos y discusiones con su pareja. "A lo mejor los niños se asustaron por los chillidos durante las discusiones. Yo sin mis hijos, no soy nadie. Creo que no hay otro motivo", aseguró.