"Se me ha hecho un daño moral irreparable aunque la justicia me haya amparado y aclarado que no he cometido ningún delito ni acción punible o censurable desde el punto de vista legal, moral o ético", subrayó el sacerdote. "Se me ha hecho daño moral personalmente y también porque pertenezco a una institución que ha sido muy cuestionada", insistió tras leer una nota manuscrita en la que, además, cargó contra algunos medios: "Me lapidaron antes del pronunciamiento de los jueces", alegó.

"Ahora pienso en todo lo mal que lo he pasado, en las paranoias que me han venido a la mente. Pero por otra parte, descanso (...). Desde ese punto de vista, siento satisfacción", dijo cuando se le preguntó cómo había recibido el auto de la jueza que le exculpa.

Respecto a la investigación preliminar del obispado en el ámbito canónico, la abogada Ascensión Joaniquet confía en que también sea sobreseída: "Me imagino, porque estoy en contacto con el abogado que le lleva el tema eclesiástico, que si no el lunes, el martes o el miércoles lo archivarán también, pues estaba a la expectativa de ver qué pasaba con la causa penal". El juez eclesiástico de Eivissa y vicario adjunto, Miguel Ángel Sánchez, ha mantenido todo este tiempo abiertas las diligencias.