El Tribunal Supremo ha dado la razón a un joven que en septiembre de 2004 causó un accidente con tres fallecidos cuando conducía ebrio entre Artà y Port d´Alcúdia. Fue condenado a dos años de cárcel por tres delitos de homicidio y a indemnizar a la familia de las víctimas con 194.321 euros, pago que fue adelantado por la aseguradora, que lo reclamó luego al acusado. Tras ser examinada por varias instancias, el Supremo ha desestimado la petición de la empresa de seguros por ausencia de dolo por parte del joven, quien además contaba con un seguro que cubría el riesgo de conducción en estado ebrio.