La Policía Nacional ha desarticulado una banda de falsificadores de tarjetas de crédito que contaba con tres talleres ilegales en Madrid y Logroño, en una operación en la que ha detenido a 18 personas y se ha esclarecido un fraude superior a los 100.000 euros, aunque la estafa podría alcanzar los 300.000.

Los detenidos compraban en páginas de Internet de acceso restringido las numeraciones de tarjetas bancarias copiadas ilegalmente a sus legítimos propietarios, en su mayoría ciudadanos estadounidenses.

Se sospecha que algunas de estas numeraciones de tarjetas proceden de un robo de datos bancarios fruto de un ataque informático perpetrado en Estados Unidos.

Después de conseguir las numeraciones, los detenidos en España volcaban los datos en otras tarjetas auténticas o falsificadas y compraban artículos de gran valor que posteriormente vendían a terceras personas a un precio inferior al del mercado.

En la operación han sido arrestados el cabecilla de la red, los técnicos falsificadores, los "pasadores" de las tarjetas, los dedicados a blanquear el dinero y los dueños de los comercios que hacían la "vista gorda" y aceptaban la operación a sabiendas de que las tarjetas estaban falsificadas. En esta operación había un gran número de comercios conniventes que incluso aceptaban tarjetas en blanco a cambio de una comisión.