Un niño de seis años falleció el pasado domingo cuando circulaba con una minimoto y fue arrollado por un ´boogie´ –un vehículo todoterreno monoplaza– conducido por su madre, en un circuito de cross instalado en el interior de una finca familiar de Eivissa. El pequeño fue trasladado con urgencia al hospital de Can Misses por sus padres, pero cuando llegaron ya había muerto. La Guardia Civil inició una investigación para determinar las circunstancias del accidente.

Según los datos provisionales recogidos por los investigadores de la Guardia Civil en el lugar del siniestro, los hechos ocurrieron sobre la una del mediodía, en el interior de una finca privada ubicada en la zona de sa Forada, en el municipio ibicenco de Sant Antoni de Portmany. Parece ser que los padres del pequeño son aficionados a conducir vehículos todoterreno, y habían instalado una especie de circuito de cross en la finca.

El niño, Adrián C.G., de seis años, conducía su propia moto, un vehículo que fue descrito por la patrulla de la Guardia Civil como un "biciclo a motor de pequeñas dimensiones", mientras que su madre, Eva G.P., de 33 años, pilotaba un ´car-cross´ –un pequeño vehículo todoterreno solo apto para circular en circuitos cerrados–.

Aunque las circunstancias exactas en las que ocurrió el accidente del accidente todavía no han sido determinadas por la Guardia Civil, parece ser que el niño se salió del circuito con la minimoto y se incorporó de improviso, saliendo entre unos matorrales, justo por delante de donde circulaba su madre. La mujer no tuvo tiempo de esquivarle y le arrolló con su vehículo. El pequeño quedó tendido en el suelo, malherido.

Los padres cogieron al niño y le llevaron a toda prisa al hospital de Can Misses, pero el equipo de urgencias del centro médico no pudo hacer nada por el pequeño, que falleció a consecuencia de las graves lesiones sufridas en el accidente.

La Guardia Civil se hizo cargo del atestado para tratar de determinar las causas del siniestro. Sin embargo, el día del accidente los agentes no pudieron tomar declaración a la madre, ya que se encontraban en estado de ´shock´.

Los investigadores realizaron una detenida inspección ocular en el lugar donde se produjo la colisión entre el ´car-cross´ y la minimoto. Para hoy, una vez celebrado el funeral del pequeño, tenían previsto tomar declaración a los padres para confeccionar el atestado para el juzgado. Fuentes judiciales apuntaron que previsiblemente no habrá ninguna acusación contra los padres, al considerarse se que trató de un desgraciado accidente.