El hombre que recibió un disparo en una pierna por parte de un policía tras un episodio de violencia machista en Palma había retenido a su expareja y al hijo de esta, de diez años, durante 15 horas. La Policía sospecha además que puede ser el autor de dos atracos a mano armada cometidos la semana pasada en una gasolinera y un estanco de la ciudad. El detenido, que recibió un balazo en la tibia, fue dado de alta y puesto a disposición judicial el jueves por cuatro delitos.

Según informó la Policía, el hombre, Rida B., marroquí de 22 años, se presentó el domingo a las nueve de la noche en el domicilio de su ex pareja, a la que tenía prohibido acercarse tras una denuncia anterior por malos tratos, en la calle Cap Blanc. El acusado supuestamente consiguió bajo amenazas que le diera 20 euros y se marchó. Regresó dos horas después en estado ebrio. La mujer le pidió que se fuera, pero el hombre se negó y la golpeó. Destrozó varios muebles e incluso rompió una pared de yeso a cabezazos. Antes de irse, le quitó el teléfono y las llaves a su ex compañera y la dejó encerrada en la vivienda junto al hijo de ella, un niño de 10 años.

Fue el pequeño quien, hacia las cuatro de la madrugada, descubrió que había vuelto. El hombre le dijo que se iba a dormir a casa de un amigo y, según relató después el menor, llevaba consigo una pistola.

La última visita del acusado a la vivienda se produjo poco después del mediodía del lunes. Para entonces, la mujer ya había echado el pestillo por dentro. Se dirigió entonces a la ventana de la cocina, rompió varios barrotes y desencajó el marco para entrar por allí. Fue entonces cuando la mujer y el pequeño consiguieron salir por la puerta y pedir ayuda.

La patrulla que acudió en auxilio de las víctimas escuchó cómo el niño contaba que el hombre podría llevar una pistola. Los agentes dieron varias batidas por la zona hasta que, hacia las dos y media de la tarde, uno de ellos lo encontró. Comenzó entonces una persecución a pie que se prolongó durante más de diez minutos, durante la cual el acusado se desprendió de su cazadora y de un cuchillo jamonero. De nada sirvieron las advertencias del policía, ya que el sospechoso siguió huyendo hasta un parque cercano. Allí, saltó una valla de tres metros y entró en una finca, donde se detuvo.

Disparos al aire

El hombre llevaba en todo momento una mano tras la espalda y aseguró que iba armado al tiempo que amenazaba al policía. El agente realizó dos disparos al aire antes de apuntar su arma hacia el acusado. Le hirió de un balazo, que alcanzó la tibia y atravesó la pierna, y pidió enseguida una ambulancia. El sospechoso quedó detenido por lesiones en el ámbito familiar, quebrantamiento de medida cautelar, detención ilegal y atentado. El jueves recibió el alta hospitalaria y fue conducido al juzgado de guardia.

Los investigadores sospechan que el detenido es el autor de dos atracos a mano armada cometidos hace unos días en una gasolinera de Cala Major y un estanco.