Rafael Sansó Riera, el cura mallorquín que fue detenido y puesto en libertad después de que la Guardia Civil encontrase en su iglesia, en la localidad castellonense de Vilafamés, más de 21.000 archivos de pornografía infantil habría viajado a Manacor, donde tendría previsto recluirse en un convento. La alcaldesa de Vilafamés dijo que el sacerdote pidió "perdón" a "dos o tres" allegados que le llamaron por teléfono para interesarse por su situación.

La alcaldesa, Luisa Oliver, explicó que el párroco abandonó el municipio el sábado sin despedirse de sus feligreses ni dirigirse a ellos, aunque sí que pidió disculpas por lo sucedido a "las dos o tres personas que le han llamado por teléfono".

La alcaldesa explicó que en esas conversaciones el párroco no ha dicho "en ningún momento" que "nadie" haya "colocado" esos archivos en la iglesia, sino que ha pedido perdón por lo sucedido "porque sabe perfectamente que era él quien tenía esos repugnantes documentos".

El sacerdote abandonó el municipio el sábado con la ayuda de "un cura que le ayudó a recoger la ropa", indicó la alcaldesa, quien cree que se dirigió primero a Manacor donde residen su padre y su hermano, y que "iba a recluirse en un convento de esa zona".

"Yo creo que por aquí ya no volverá aunque tenga que presentarse ante los juzgados cada quince días; si se ha dejado algún objeto personal por recoger enviará a alguien a por él o vendrá él, pero cuando nadie lo vea", aventuró la alcaldesa.