Adrián Salazar es uno de los fiscales más destacados de Balears. Pero sobre todo su trabajo en los últimos años había destacado por ser el encargado de perseguir los delitos medioambientales que se cometían en Balears que, por cierto, no eran pocos. Sin embargo, ahora ha decidido aparcar esta labor y dedicarse a otro tema tan complicado como es el tráfico de drogas. Salazar es la persona de contacto entre las fuerzas de seguridad y la fiscalía en las grandes investigaciones sobre el tráfico de drogas. Hace dos semanas vivió su primera gran operación contra el narcotráfico. Se trató del amplio registro que se realizó en el poblado de Son Banya y después fue quien tomó declaración a los detenidos y pidió el ingreso en prisión de la mayoría.

* Sustituye al jefe. Históricamente en la fiscalía el encargado de llevar los casos de los grandes narcotraficantes de Balears era Bartomeu Barceló, ahora fiscal jefe de Balears. Al ser nombrado para este cargo manifestó públicamente que continuaría llevando personalmente todos los casos de grandes operaciones contra el tráfico de drogas. Pero una cosa son las intenciones y la otra el día a día. Barceló se ha dado cuenta que su trabajo al frente de la fiscalía de Balears apenas le dejaba tiempo para investigar determinados casos. Pero que no pueda hacerlo no significa que no le de importancia al tema del tráfico de drogas. Barceló ha encomendado esta labor a uno de los fiscales más próximos. Salazar es una de las personas de la máxima confianza del fiscal jefe y de allí que le sustituya al frente de la fiscalía antidrogas. Pero no se trata tampoco de desperdiciar su labor como especialista en temas medioambientales. Ayudará a su compañero Julio Cano, que será a partir de ahora el que persiga a los que atenten contra el medio ambiente. Cano ya ha asistido a algunas reuniones donde se deciden las líneas básicas de actuación de la fiscalía en estos complicados asuntos. Por cierto, Cano y Salazar pertenecen a la misma asociación, UPF, muy contraria a las ideas que profesa el fiscal jefe, mucho más conservador.

* El código de los delincuentes. Los ladrones también tienen su código de comportamiento, porqué a veces también son víctimas de un delito. El pasado jueves un individuo, conocido carterista, fue atacado por un hombre que iba armado con un cuchillo. El arma le alcanzó la cara y le provocó un profundo corte. La agresión se produjo en una calle próxima a la plaza Gomila. El individuo se apoyó con las manos llenas de sangre a la pared. El agresor había huido, y la víctima no le siguió. Sabía perfectamente quién era y dónde se le podía buscar. La Policía se lo preguntó, pero nada de nada. El hombre no quiso ayudar a la Policía, y eso que era a él a quien había apuñalado. Al final, él a Son Dureta y el agresor en la calle.

* Desnudarse en la calle. Hay quien no tiene reparos en desnudarse en plena calle. Eso es lo que le pasó esta semana a un transexual que fue identificado por la Policía Local en la Platja de Palma. Sólo tenía que mostrar sus papeles, pero el transexual fue claro: ¿quieres que me desnude? Dicho y hecho, se quitó la ropa.