La Policía considera que el ex líder vecinal de la barriada de sa Calatrava, Climent Garau, ha podido cometer una estafa de más de tres millones de euros. Garau fue detenido junto a otros nueve individuos esta semana en el marco de la ´Operación Prima´, que lleva en marcha un año y en la que están implicadas un total de 47 personas, la mayoría de ellas testaferros. Este grupo habría obtenido un centenar de préstamos hipotecarios en distintas entidades bancarias, tras la presentación de documentación falsa.

Como parte de esta operación los agentes han registrado una inmobiliaria y un domicilio particular de Palma y han intervenido abundante documentación falsa, 15.000 euros en efectivo y más de cien sellos con los que se realizaban las falsificaciones. Algunos de estos cuños corresponden a entidades públicas como la Agencia Tributaria, Emaya, el Ayuntamiento de Palma, la Universidad de Educación a Distancia o la Oficina de Desempleo.

Clan de los peludos

La Policía Nacional considera que Garau era el líder de un grupo organizado en el que se integraban también miembros del "clan de los peludos", que actúa en Son Gotleu. Este grupo había establecido una red de captación de clientes, falsificación documental y explotación de las operaciones hipotecarias que estaban realizando con el uso de documentación falsa.

Los diez detenidos en la última fase de la operación policial son, además de Climent Garau, de 43 años: Guillermo A. M, de 62; Bartolomé C. R., de 41; Sebastiana F.T, de 39; Alfonso F.M, de 39; Alfredo V.M, de 39; María M.C, de 59; Baldomero S.V, de 33; Basilio F. M, de 42, y Agustín F.M, de 33 años.

Todos ellos han sido arrestados por presuntos delitos de estafa, falsificación documental y asociación ilícita. Dos son ex directores de dos entidades bancarias y uno es ex representante de una asesoría jurídica. Otros tres pertenecen al "clan de los peludos".

Dos modos de operar

Según explicó ayer el Cuerpo Nacional de Policía, "la operativa que seguía este grupo consistía en captar ciudadanos, muchas veces inmigrantes con pocos recursos y dificultades para acceder a un crédito hipotecario y, mediante la falsificación de documentos, obtener estos créditos". De este modo, los detenidos conseguían préstamos hipotecarios muy por encima del valor real del inmueble que compraban. Según la Policía, "estos ciudadanos unas veces eran conocedores de estas falsedades y, en otras ocasiones, eran directamente engañados".

En otros casos estos créditos se concedían a nombre de testaferros y eran los miembros de la organización los que disponían de los inmuebles hipotecados, que alquilaban a terceros. Más tarde, dejaban de pagar las hipotecas. Los "cerebros" iban cobrando las mensualidades del alquiler de estas viviendas. Dichos testaferros, normalmente personas de escasos medios económicos, recibían una gratificación para que figuraran como solicitantes de los préstamos y dueños de los inmuebles.

La operación sigue abierta

Para toda esta operativa se falsificaba documentación de toda clase: "personal, nóminas, vidas laborales, declaraciones de renta...", asegura la Policía. Se estima que el importe de la estafa supera los tres millones de euros.

La investigación, desarrollada por el Grupo de Delincuencia Económica y Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional, fue iniciada en marzo del año pasado tras una denuncia presentada por el responsable de una entidad bancaria en la que "se daba cuenta de una serie de irregularidades en operaciones de financiación correspondientes a solicitudes de préstamos hipotecarios".

Climent Garau ya fue denunciado por estafar a los vecinos de la asociación que representaba. Además fue despedido del banco donde trabajaba.