Las plazas de Palma, en el punto de mira. La Policía Nacional y Local vigilan de cerca los lugares habituales de reunión de las bandas juveniles para evitar posibles represalias y nuevos incidentes tras el asesinato del pasado domingo. El clima de tensión que se vive entre estos grupos, cuya clásica rivalidad se ha multiplicado en los días posteriores al crimen con amenazas de muerte a través de Internet, ha llevado a los cuerpos de seguridad a poner en práctica un protocolo para seguir de cerca sus movimientos. Tras la muerte de Eusebio Ebulabate los agentes han incrementado la presión y el control sobre los grupos potencialmente peligrosos y siguen los pasos de sus líderes. Las plazas de Santa Pagesa, Teniente Coronel Franco, Alexander Fleming y Serralta son los lugares predilectos de las bandas y donde la Policía ha fijado su mirada. El objetivo prioritario es evitar que los miembros de las dos bandas enfrentadas, los Bling Bling y los G.A., a las cuales estaban vinculados los agresores y la víctima según la Policía, conviertan las calles de la ciudad en campos de batalla. "Todo está muy caliente", aseguran quienes les siguen de cerca. Los grupos, conscientes del seguimiento, parecen haber optado tras el crimen por la discreción. "La vigilancia seguirá durante el tiempo que haga falta", sentencia un mando policial.

Control de los líderes

Para evitar que culminen las amenazas de muerte vertidas por los autoproclamados Ghetto Army, amigos de Bertín, contra los Bling Bling, la banda de los supuestos asesinos, agentes de ambos cuerpos controlan durante el día los institutos a los que acuden los miembros de estos grupos. Al atardecer, tras la jornada lectiva, el escenario cambia y los jóvenes que forman estos grupos se reúnen en las plazas de la ciudad. Cada clan marca su territorio. Los Bling Bling -de origen dominicano- se concentran en las plazas Santa Pagesa, Alexander Fleming y Serralta, así como en el parque de Son Costa, en la barriada Son Oliva. Los G.A., la mayoría de ellos guineanos, están asentados en la plaza Teniente Coronel Franco y en la calle Indalecio Prieto. Mientras, los Ñetas, aparentemente ajenos a este conflicto, se concentran en Pere Garau y en la zona de s´Arenal.

El Grup d´Acció Preventiva (GAP) de la Policía Local sigue desde principios de año los movimientos de estas tribus urbanas. Los controles rutinarios han permitido elaborar un censo de las bandas más implantadas en Palma y seguir sus movimientos. Tras el asesinato de Eusebio Ebulabate los grupos se han dispersado. "No se reúnen formalmente, pero siguen teniendo sus puntos de encuentro predilectos", afirma un policía. En semanas anteriores era habitual que, al anochecer, se reuniesen en puntos como la plaza Teniente Coronel Franco numerosos jóvenes, entre ellos miembros de las bandas. Ahora no hay ni rastro de ellos. "Son conscientes de que les estamos controlando de manera más exhaustiva", explica un agente, " y se han dispersado". "La situación está muy caliente entre ellos. Lo más importante es evitar que las dos bandas enfrentadas, los Bling Bling y los G.A. se topen. Hay que impedir que se encuentran y que invadan el territorio del otro", asegura este policía.

Además de los controles en los lugares de reunión habituales, rutinarios pero más exhaustivos tras el crimen, la Policía sigue de cerca los pasos de los líderes de las diferentes bandas. Se sabe que son estos jóvenes quienes tienen capacidad para decidir cómo actúa el grupo y qué medidas se toman. Pero están plenamente identificados por la Policía y se intenta conocer en todo momento dónde están y qué hacen, explican fuentes policiales.

Uno de los momentos críticos llegará el próximo fin de semana. Los miembros de todas las bandas suelen acudir a locales de zonas como Gomila, por lo que se extremará la vigilancia para evitar represalias por el asesinato del pasado domingo. En esa misma zona tuvieron lugar, el pasado verano, los primeros enfrentamientos graves entre estos grupos. Entre finales de julio y mediados de agosto, dos batallas campales con decenas de implicados se saldaron con 16 detenidos y varios heridos. Los mandos policiales confían en que la situación vuelva a la normalidad, pero anuncian que los controles se llevarán a cabo "el tiempo que sea necesario".