Los familiares de Dolores Santiago Palenzuela, la mujer asesinada en la barriada palmesana de la Bonanova en 1977 cuya muerte fue esclarecida la semana pasada por la Policía, demandarán al principal sospechoso del crimen. Así lo manifestó ayer a este periódico José Ríos, sobrino político de Dolores Santiago, quien anunció la intención de varios allegados a Dolores Santigo de interponer una demanda por la vía civil contra el hombre que supuestamente acabó con la vida de la mujer. Al parecer, el sospechoso está casado y tiene actualmente 71 años.

Fuentes jurídicas consultadas ayer manifestaron la validez de esta vía para reclamar una compensación económica por daños y perjuicios, que deberá presentarse, precisaron las mismas fuentes, en el plazo de un año. A pesar de que penalmente el delito ha prescrito -lo hizo en 1997, 20 años después de haberse cometido- y de que su autor no será juzgado por ello, el Código Civil recoge en su artículo 1969 que "el tiempo para la prescripción de toda clase de acciones (...) se contará desde el día en que pudieron ejercitarse". En este caso, el plazo habría comenzado en el momento en que los familiares fueron informados de que el caso estaba resuelto.

Un entierro "digno"

Si la demanda civil es admitida por el tribunal correspondiente, se abrirá un proceso similar al de un juicio por el asesinato de Dolores Santiago, aunque una hipotética condena no implicaría cárcel para el acusado. Sólo podría ser obligado a pagar una indemnización millonaria a la familia de la víctima, que debería demostrar en el proceso la culpabilidad del demandado.

Por otra parte, la familia de Dolores Santiago tiene previsto trasladar los restos mortales de la mujer a su Granada natal, a fin de que reciban sepultura en dicha ciudad.

"Queremos que, aunque sea 29 años después, tenga un entierro digno", explicó ayer José Ríos, sobrino político de la víctima. Un familiar de Dolores se puso en contacto con el juzgado encargado de la causa para hacerse cargo de sus restos óseos.

El cadáver de la mujer pasó 29 años, según las conclusiones a las que llegó la investigación policial, emparedado en el sótano de la lavandería de los apartamentos Augusta, en el barrio palmesano de la Bonanova. Allí trabajó durante cinco años y allí conoció al hombre que supuestamente acabó con su vida a golpes. Dolores Santiago había llegado a Palma a principios de 1972 para ganarse la vida, en compañía de su sobrina Manuela.

Poco después de su llegada a Mallorca, Dolores Santiago inició una relación con un hombre casado que también trabajaba en el citado establecimiento, conocido entre sus compañeros como ´Pepe el Mallorquín´. La Policía, que inició las pesquisas después de que un obrero encontrase el cadáver el 30 de junio de 2005, concluyó que fue su amante quien asesinó a Dolores Santiago y enterró su cuerpo en el lugar donde apareció. El hombre fue interrogado a finales del año pasado por la Policía e incurrió "en numerosas contradicciones", según explicaron los investigadores.