Una partida a “La oca contra el acoso”
Un juego creado por la psicóloga Paula Rodríguez sirve como herramienta educativa para concienciar contra el “bullying”
La psicóloga Paula Rodríguez, con el tablero del juego, ayer en el CEIP A Reigosa de Ponte Caldelas. / PERSONALMIND
M. González
Los alumnos del CEIP Plurilingüe A Reigosa, en Pontevedra, tuvieron ayer el privilegio de ser los primeros en jugar a “La oca contra el acoso”, una herramienta educativa creada por el equipo de PersonalMind y que ha contado con la colaboración de Abril Publicidad. Esta actividad se ha desarrollado en el marco del Día Mundial contra el Acoso Escolar.
Nombra los tipos de víctimas de acoso escolar; di, al menos, tres consecuencias del ciberbuylling, ¿qué cinco palabras definen el buylling? Son algunas de las preguntas que tuvieron que contestar ayer los alumnos del centro pontevedrés en la partida inaugural del juego. Una actividad más que necesaria en un contexto en el que hasta diez de los 25 asistentes a la charla que impartió previamente Paula Rodríguez, directora de PersonalMind, ya conocían o habían visto de cerca fenómenos como el happy slapping (grabación de una agresión física, verbal o sexual y su difusión mediante tecnologías digitales).
Este juego contra el acoso nace en consonancia con otras herramientas educativas creadas por la psicóloga Paula Rodríguez, como el ‘trivial’ que bautizó como “Tras las pistas de Míster Machismo”, en el que, a través de preguntas, los alumnos tenían que identificar micromachismos que se encuentran en programas de televisión, películas, canciones que escuchan o en videojuegos a los que juegan habitualmente.
“La gamificación es una estrategia que empleamos habitualmente en la educación que consiste en transformar el contenido que queremos enseñar en un juego, para motivar a los estudiantes a participar activamente en el proceso de aprendizaje”, apunta Paula Rodríguez. “Esta estrategia crea un ambiente más dinámico y atractivo, que aumenta la participación y el compromiso de los estudiantes a la hora de aprender e interiorizar los contenidos”. Además, la gamificación “puede ayudar a desarrollar habilidades blandas, como el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la toma de decisiones, al tiempo que fomenta un enfoque más práctico y aplicado del conocimiento”, expone: “Nos parece una de las mejores formas para involucrar a los estudiantes y que consigan interiorizar conceptos que, en el formato tradicional de charla, presentarían barreras en el recuerdo”.
El tablero, cartas y fichas del juego. / PERSONALMIND
“En el centro nos decantamos por formar al alumnado en educación en valores y creemos que es muy importante tomar conciencia tanto de las problemáticas actuales como de sentar bases emocionales que les permitan, el día de mañana, enfrentarse ellas”, apunta la directora del centro Estefanía Torres: “A través del Programa de innovación educativa CPInclúe (Contratos Programa Inclúe), cada año intentamos abordar temáticas distintas, dependiendo de las necesidades de los niños, y lo enfocamos hacia unos itinerarios u otros”.
La propuesta de “La oca contra el acoso” les pareció una brillante forma de tratar un tema como el acoso escolar. “Son temas delicados y entendemos que, a través del juego, es una manera más dinámica y más suave de decir las cosas”. La directora también constata la necesidad de abordar estas temáticas a edades cada vez más tempranas: “Cada vez acceden antes a la tecnología y a contenidos en red que no son apropiados, por lo que consideramos que tenemos que iniciar antes estas charlas y estas formaciones con el alumnado”.
Cada vez acceden antes a la tecnología y a contenidos en red que no son apropiados, por lo que consideramos que tenemos que iniciar antes estas charlas y estas formaciones con el alumnado
Por esto, antes de lanzar los dados, Paula Rodríguez dio una charla que llevaba por título “Xogamos contra o acoso”, en la que explicó a los alumnos los tipos de violencia que existen (definiendo el término como “cuando alguien te roba tu paz mental a propósito”), y matizó el bullying como “un tipo de violencia que se ejerce entre iguales”, no solo en el entorno escolar; definió con cinco palabras dicho acoso (agresión, repetitivo, intención, daño y más allá del cole), les mostró qué tipo de víctimas hay, puntualizando que “nadie se merece el maltrato haga lo que haga o sea como sea”, y les habló de los agresores, lanzando un mensaje claro y directo: “Hay algo mal en ellos, no contigo”.
También habló de los actores implicados en el acoso escolar (activo-espectador, pasivo o activo-defensor); así como las formas de bullying que se pueden detectar, desde las sutiles (como hacer el vacío, excluir, poner motes, burlas o rumores), hasta las no tan sutiles (insultos, amenazas, robar o dañar las pertenencias de alguien o pegar).
En otro apartado se centró en el ciberbullying, “más grave incluso”, ya que, según expuso, en este tipo de acoso “no hay límite de espacio ni de tiempo, existe la crueldad del anonimato, el efecto espectador en línea y tiene una rápida difusión”.
También enumeró los tipos de ciberacoso, desde los más sutiles, como ghosting, submarining, orbiting o negging, como los no tan sutiles (exclusión, flaming, trolear, arrasement, foto bullying o happy slaping) o los graves (catfhising, stalking, doxing o sextorsión).
Después de leer varios testimonios reales, advirtió que “el acoso mata”: “Está en nuestras manos hacer que la gente no se sienta mal”. También animó a todo el que es víctima de buylling a no quedarse callado y dejó los números 017 (línea de ayuda en ciberseguridad), 900.018018 (número contra el acoso escolar) y 900.202010 (teléfono ANAR de Ayuda a Niños/as y Adolescentes).
Para cerrar su intervención de “tolerancia cero contra el maltrato de todo tipo”, se proyectó el vieoclip “Run”, del grupo local Furious Monkey House. Al ritmo de rock lanzaron los dados como un gran equipo que lucha contra el acoso.
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