Ignacio Cirac: «Los ordenadores cuánticos van a tardar diez años o más»

Para que se haga cargo del tipo de entrevista: «¿Qué ha investigado hoy?»

He trabajado en computación cuántica, estudiando grosso modo cómo resolver problemas desde el punto de vista del software.

Llegan informes contradictorios sobre los ordenadores cuánticos.

Sí, hay falta de información y se ha especulado mucho. Hay gente que piensa que ya están aquí, otros que estarán pronto y otros que nunca.

¿Y quiénes van a acertar?

Hay dos tipos de ordenadores cuánticos, unos que ya están aquí pero que solo sirven para el trabajo científico y no resuelven problemas de cada día. Hay otros que se están construyendo y que van a tardar mucho tiempo, diez años como mínimo, aunque son potentísimos.

¿Los ordenadores cuánticos serán inexpugnables?

Los ordenadores cuánticos pueden desencriptar todos los mensajes actuales, son una amenaza para los sistemas de comunicación. Pero existe otro tipo de comunicación cuántica que es inmune respecto a los ordenadores cuánticos.

Con el riesgo de facilitar la operación de las redes clandestinas.

Sí, pero eso no añade nada nuevo, los sistemas criptográficos pueden utilizarse para bien o para mal.

¿Qué dice el dinero de los ordenadores cuánticos?

Firmas como Google, IBM, Microsoft o Amazon están apostando fuerte y mantienen sus inversiones de momento, pero no sé si aguantarán.

Feynman: «Puedo decir con certeza que nadie entiende la mecánica cuántica».

Es una de las muchas frases de Feynman para provocar. Podemos entender la mecánica cuántica hasta el mismo punto en que podemos entender que las cosas se caen.

¿Puede explicar en cuatro líneas el entrelazamiento cuántico?

Es un fenómeno cuántico por el cual dos objetos muy separados están relacionados de alguna manera. Si en uno observo algo, en el otro voy a obtener el mismo resultado.

Como si estuvieran comunicados.

Puede verlo así. El resultado de la observación será aleatorio, pero el mismo en un objeto que en otro.

Esto nos obliga a hablar de milagro.

Si a una persona del siglo XVII le enseñaran un teléfono móvil, también le parecería un milagro, y hoy entendemos perfectamente el proceso.

¿Abrir el garaje con el mando es mecánica cuántica?

En toda la electrónica hay un fundamento de mecánica cuántica, pero en apartados que están asentados, que venimos utilizando desde hace más de cincuenta años.

¿El talento es una virtud cuántica?

Es una virtud absolutamente clásica, pero es difícil de clasificar porque tiene muchos aspectos relevantes. La originalidad, la capacidad de resolver problemas, de hacer preguntas, de trabajar con concentración.

Cada año nos preguntamos si le va a llegar a usted el Nobel de Física.

Pues se lo van a preguntar durante muchos años más, creo yo. En algún momento se dará el primer Nobel a la computación cuántica, y en ese momento se verá si soy candidato o no, pero estoy muy satisfecho con el reconocimiento recibido.

¿Un científico ha de saberse apear de sus convicciones?

Tiene que estar siempre abierto y dudarlo todo. Cuando algo parece seguro, dudas y así llegan los descubrimientos más importantes. Yo pensaba que había cosas imposibles que luego hemos visto que son posibles, y viceversa.

¿En qué mejora el trabajar con los mejores?

En primer lugar, te da una visión más amplia sobre la relevancia de todos los problemas. En segundo lugar, te permite trabajar en la última frontera del conocimiento, porque estás rodeado de los expertos mundiales y es más fácil dar el paso siguiente.

¿El Max Planck está al nivel de los mejores centros estadounidenses?

A la misma altura, sí. Somos cinco catedráticos y dos tienen el Nobel, uno de ellos lo consiguió el año pasado.

Seguro que se esperaba una pregunta sobre la Inteligencia Artificial.

Sí, hay paralelismos con la computación cuántica. Se exagera mucho, con predicciones que no se corresponden con lo que conocemos. Pero si miramos a la historia, la tecnología siempre ofrece resultados más espectaculares de lo que pensábamos en principio. Esperemos que también ocurra con la computación cuántica.

¿En Alemania se trabaja mejor que en España?

En mi campo, se trabajaba mejor fuera cuando me fui. Hay más financiación, facilidades, una cultura científica y una industria tecnológica muy potente, lo cual favorece que pueda hacerse ciencia de manera más relajada.

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